El Partido Social Demócrata portugués pierde el tren del nuevo Gobierno

El Partido Social Demócrata portugués (PSD) parece haberse que dado definitivamente al margen del nuevo Gobierno del primer ministro socialista Mario Soares Tampoco ha prosperado en el seno del PSD una propuesta para dividir las responsabilidades de la presidencia del partido, lo que se considera una derrota para el sector encabezado por Sousa Franco Entretanto, una afección gripal de Mario Soares puede retrasar la solución de la crisis de Gobierno prevista para hoy.Socialistas, socialdemócratas y demócratas cristianos han reunido el pasado fin de semana sus órganos máximos. Estas reuniones eran consideradas de la mayor importancia para consolidar las posiciones de los respectivos negociadores al iniciarse la última fase de los contactos en vista a la solución de la crisis de Gobierno. Mientras Mario Soares y Freitas do Amaral han logrado la «luz verde» de sus formaciones, la situación permanece confusa en el seno de la dirección del PSD.

El punto más importante de la agenda de la reunión del consejo nacional del PSD, en Faro, era la aprobación de un proyecto de alteración de los estatutos del partido, a presentar al congreso de Oporto el próximo 29 de enero. La innovación central de este plan consistía en dividir entre dos responsables las actuales funciones de presidente del partido. Uno ostentaría la representación oficial del PSD y se dedicaría más especial mente a las relaciones exteriores mientras lo esencial de las responsabilidades políticas recaería en el presidente de la comisión política auténtico secretario general para todos los efectos. Esta solución era presentada como la panacea capaz de resolver la grave crisis interna generada por el enfrentamiento entre las concepciones «sacarneiristas» y «socialdemócratas ». El último incidente, provocado por el veto de la comisión permanente (presidida por Sousa Franco) a un artículo de Sa Carneiro en el órgano central del PSD, fuertemente crítico para la presidencia de la República, ha hecho abortar el acuerdo conciliatorio.

La comisión permanente retiró su proyecto, considerado como «prematuro», aplazando la discusión para una nueva reunión prevista el próximo fin de semana en Lisboa. El hecho es considerado como una victoria de los adversarios, en el seno del partido, de Sousa Franco y sus amigos. Las felicitaciones dadas por el consejo nacional a los negociadores del PSD constituyen una flaca compensación para la real pérdida de crédito sufrida. Parece pues confirmarse que el PSD no podrá o no querrá «tomar el tren» del segundo Gobierno Soares; un Gobierno cuya constitución sobre la base de «un acuerdo político con incidencias gubernativas» entre socialistas y demócratas cristianos era considerada como «altamente probable» por Mario Soares, a la salida de la reunión de la comisión nacional del PS.

La resolución del secretariado nacional del PS, ratificada por la comisión nacional, da un cheque en blanco a Mario Soares para ultimar las negociaciones en vista a este acuerdo con el CDS y otro, estrictamente partidario, con los comunistas. Es alrededor de esta sutil distinción entre «acuerdo partidario» con los comunistas y «acuerdo político con consecuencias a nivel del, Gobierno» como se pone en juego toda la habilidad de Mario Soares en conciliar las posiciones de sus dos interlocutores.