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En España hay cuatro veces más viudas que viudos

En España hay cuatro veces más, viudas que viudos, según datos que recoge el Comentario sociológico sobre la estructura social de España, publicado por la Confederación Española de Cajas de Ahorro y reproducido por Cifra.Según las previsiones estadísticas elaboradas en base a datos de años anteriores, en la actualidad el número de viudas asciende a unos dos millones, es decir, el 10% de la población fernenina, mientras que el de viudos se reduce a unos 500.000.

Con respecto a las edades, de las personas que se quedan viudas antes de los sesenta años, el 83 % son mujeres y sólo el 17 %, hombres, según datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística a principios de la década actual y en los que -dice Cifra- no es de prever una gran variación en la actualidad.

En virtud de los datos anteriores, el informe sociológico sitúa el umbral de viudedad en los sesenta años aproxiinadamente. De sesenta a ochenta años son las edades más afectadas por lo que a las mujeres respecta. La franja crítica para el hombre es la de ochenta años en adelante.

Estudios en tomo a la diferente influencia de los medios rural y urbano permiten determinar que el ambiente de la ciudad acorta la vida de los hombres y alarga la de las mujeres, mientras que en campo se registro el caso inverso. En este sentido el informe concluye que «puede afirinarse que la viuda es prioritoriamente urbana».

En cuanto a sectores de actividad, los datos son elocuentes: el 26 % trabajan en la agricultura, sólo el 15 % en la industria y el 59 % en los servicios.

El informe, por otra parte, considera discutibles algunas supuestas marginaciones de las viudas, pero admite que en el terreno económico la viuda está, cuando menos, relegada. Asimismo, señala que «las pensiones percibidas resultan francamente escuálidas y son netamente inferiores a otro tipo de pensiones recibidas por jubilación o invalidez».

Datos de mayo de 1974 situaban a la mayor parte de las viudas españolas en la franja que percibía entre las mil y las 2.000 pesetas mensuales, lo que suponía, evidentemente, una cantidad «sumamente pequeña para permitir la supervivencia de una persona».

El informe del Comentario sociológico termina recogiendo unas palabras de la especialista Nicole Carlier Mackiewicz, que cifra la desaparición de las condiciones de marginación en «la elevación del nivel cultural del conjunto de la población, la mejora de la formación profesional femenina y la cada vez más generalizada inserción de las mujeres en todas las facetas y modalidades de la vida profesional». Esta progresiva incorporación de la población femenina al campo de la mano de obra activa hace que vayan debilitándose los factores de apartamiento social que hasta hace pocos años venían caracterizando la presencia de la mujer en la sociedad.

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