La mayoría de los partidos apoyan la nueva Constitución de Ecuador

El triunvirato militar que preside el vicealmirante Alfredo Poveda ha reiterado su compromiso de garantizar el normal desarrollo del plan de reestructuración jurídica del Estado, asegurando, entre otros aspectos, la realización de la consulta constitucional que se celebrará el día 15 de este mes y por la que se votará la Constitución política del Ecuador.Los ecuatorianos mayores de dieciocho años deberán optar entre un proyecto de nueva Constitución y otro de reforma a la Constitución de 1945, en vigencia parcial desde que las Fuerzas Armadas tomaron el poder en febrero de 1972.

A doce días de la trascendental consulta, tanto el Gobierno de las Fuerzas Armadas, como el Tribunal Supremo y los partidos políticos incrementan su actividad en torno a esta llamada a las urnas, definida como fundamental en el proceso de restablecimiento de la democracia representativa.

El proyecto de la nueva Constitución contiene las siguientes diferencias respecto a la Carta Reformada de 1945: voto para los analfabetos; prohibición de reelección presidencial, Congreso unicameral y una mayor injerencia del Estado en las actividades económicas.

Postura de los partidos

Se espera que la llamada «nueva Constitución» resulte triunfadora en la jornada del próximo día 15; al menos, la mayoría de los numerosos partidos políticos existentes en, e¡ país anticiparon que apoyarán ese proyecto. Sólo dos agrupaciones ratificaron su respaldo al otro texto que también será llevado al referéndum.

Campaña abstencionista

Un bloque encabezado por el velasquismo (del cinco veces presidente José María Velasco Ibarra) y el Partido Nacionalista Revolucionario (del ex dirigente Carlos Julio Arosemena) realizan una intensa campaña en pro de la abstención o del voto nulo. Este bloque, integrado por cuatro organizaciones, no reconoce validez al plan de reestructuración constitucional dirigido por las Fuerzas Armadas, y plantea, como alternativa, la entrega del Gobierno a un presidente provisional que convocaría una asamblea constituyente y, con posterioridad, elecciones.

En una posición similar, aunque con otros objetivos, se sitúa una importante corriente empresarial, dirigida por el ingeniero guayaquileno, León Febres Cordero, que también propugna la abstención, pero sin sugerir concretamente una opción al plan de los militares. La actitud de estos empresarios significa, implícitamente, una manifestación en favor de la continuidad del actual régimen o de la instalación de una nueva dictadura, que adoptaría la forma de Gobierno unipersonal o mixto, incluyendo a civiles y militares.

En cambio, los partidos de izquierda agrupados en un frente amplio, además del centrismo congregado en la Coalición Popular Democrática, que encabeza la Democracia Cristiana, junto a la Izquierda Democrática y el Partido Populista del candidato Sasad Bucaram, respaldan activamente la nueva Constitución.