Pinochet, cada vez más aislado ante el plebiscito de mañana

El cardenal arzobispo de Santiago de Chile, monseñor Raúl Silva Henríquez, y los obispos de la Conferencia Episcopal chilena enviaron ayer un comunicado al presidente chileno, general Augusto Pinochet, pidiéndole que anulara o al menos postergará el plebiscito convocado para mañana miércoles. Por su parte, el ex presidente Eduardo Frei, rompiendo su silencio de cuatro años de duración, ha rechazado «en la forma y en el fondo» la consulta convocada por Pinochet. Estas tomas de posición ahondan aún más el aislamiento del presidente chileno.El presidente Pinochet responderá hoy a la carta de los obispos chilenos, en la que éstos ponen de relieve la inoportunidad, en las presentes circunstancias, de una consulta «ambigua» y que divide ficticiamente a los chilenos en «patriotas y antipatriotas».

Tras considerar discriminatoria la condena lanzada por las Naciones Unidas contra Chile por violación de los derechos humanos, la carta de los obispos señala que el pueblo chileno no ha sido informado sobre el contenido de la resolución de la ONU. Considera que la ambigüedad de la consulta «no permite prever a qué consecuencias podría llevarnos una respuesta mayoritaria en uno u otro sentido».

Por su parte, el ex presidente Eduardo Frei, en un extenso comunicado entregado ayer a la prensa en Santiago de Chile, afirma que el plebiscito contradice las mismas normas constitucionales emitidas por el mismo régimen militar y carece de las garantías para que el pronunciamiento popular sea claro y legítimo. Señala que carece de fundamento legal y «destruye la tradición del país» «Tampoco es aceptable y engendra confusión el pretender dividir al país entre los chilenos que están con Chile o los que están contra él», añade el comunicado, que más adelante indica que «no se puede confundir la patria con un Gobierno y mucho menos con una persona».

División en la Junta

Estas críticas, que vienen a unirse a las ya planteadas días pasados por partidos políticos e incluso miembros de la propia Junta Militar, revelan que el presidente Pinochet se encuentra en el momento de mayor aislamiento desde que asumió el poder en septiembre de 1973.

Su compañero de armas y Gobierno, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea general Gustavo Leight, le ha dirigido una carta, en tono muy duro, en la que recuerda que «su fuerza y otro Arma más (que podría ser la Marina) no estaban ni están de acuerdo con la consulta», y que los estatutos de la Junta establecen qué decisiones de este tipo deben ser tomadas por acuerdo de los cuatro integrantes de la misma.

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