Desconvocadas las manifestaciones previstas para mañana

Sin excesivas muestras de júbilo ni festejos populares y más bien con moderado optimismo se ha recibido en Euskadi la aprobación por el Consejo de Ministros de dos decretos-ley por los que se establece el régimen preautonómico del País Vasco y se fija el procedimiento a seguir para la posible incorporación de Navarra al Consejo General del País Vasco. Las fiestas de fin de año y la larga espera han pesado, sin duda, en el ánimo de los vascos. La decisión del Gobierno ha significado la desmovilización popular -no se llevarán a cabo las manifestaciones previstas para el próximo día 4-, pero en los medios políticos se comenta desfavorablemente que la preautonomía vasca haya tenido que venir precedida del anuncio de la presión de la calle y no por el camino de la negociación.

Quizá haya sido en Vizcaya en donde la noticia de la aprobación de la autonomía ha sido recibida con mayores muestras de alegría. En Bilbao pudieron verse ikurriñas en bastantes balcones para recibir una autonomía que llegaba con el fin de año. Por el contrario, en Navarra ni los autonomistas ni los navarristas están contentos y la aprobación de la preautonomía ha sido recibida fríamente.No obstante, la opinión generalizada es que se ha dado un paso positivo hacia una autonomía mucho más rica de contenido en un futuro próximo.

«Yo considero que se ha dado un paso hacia el definitivo estatuto de autonomía», afirma el diputado de UCD por Vizcaya Juan Echevarría. «Nuestro régimen provisional sienta las bases del reconocimiento del autogobierno y reconoce la personalidad jurídica del Consejo General, al que pueden incorporarse libre y democráticamente los cuatro territorios históricos vascos.»

Xabier Arzallus, diputado del PNV, es menos optimista en cuanto a lo logrado. «Es un reconocimiento -dice- a "contrapelo" de la realidad de este país, que quiere vivir conforme a sus esquemas mentales tradicionales. No ha sido inteligente el Gobierno en su actuación; le ha faltado una postura fuerte.»

Por su parte, el negociador vasco José María Benegas, diputado del PSOE, coincide en resaltar los aspectos apuntados por Echevarría y Arzallus y juzga, además, como lo más positivo del resultado de las negociaciones la solución finalmente dada al tema de Navarra.

«Lo conseguido es muy positivo, ya que se ha logrado no se varíe el texto del decreto-ley que habíamos pactado con el Gobierno. Con la solución hallada están concretadas las bases sobre la incorporación de Navarra al Consejo General. El órgano que va a tomar la decisión -tras las elecciones municipales- es el Consejo Foral y en el caso de que éste decida positivamente a la integración, debe esta decisión ser refrendada por mayoría simple por el pueblo navarro.»

Por su parte, Euskadiko Ezkerra califica como positivo el decreto-ley, pero se desvincula del texto complementario que hace referencia a Navarra, por no haber sido informados sus parlamentarios y por lo problemático que pueda resultar.

En Navarra hay disparidad de criterios en cuanto a la importancia de lo conseguido, aunque todos aceptan el decreto-ley con deportividad. Quizá uno de los más optimistas al juzgar la preautonomía sea Manuel de Irujo, senador del PNV por Navarra.

«Creo que lo aprobado es, en conjunto, satisfactorio para el País Vasco en general, y para las provincias, participantes, en concreto. No ha habido ni vencedores ni vencidos. Por ello esperamos que el conjunto de lo aprobado haga posible, cuando menos, la continuidad de las relaciones entre los autonomistas y los navarristas.»

En las filas de UCD de Navarra no hay ni júbilo ni pesimismo. «No ha habido ni vencedores ni vencidos -declara Julio García Pérez, diputado del PSOE por Navarra-. Se han sentado las bases para la concordia y el entendimiento de las cuatro provincias vascas.»

Por su parte Sarasa, portavoz de UCD de Navarra, señalaba que el consenso había sido posible gracias a la clara voluntad que todos los parlamentarios habían tenido. «Los ucedistas, por nuestra parte, reconocemos y aceptamos el texto íntegro de los parlamentarios vascos y aquéllos se someten al referéndum siempre y cuando se celebre por mayoría simple.»

No obstante, no todos los parlamentarios de UCD de Navarra se muestran del todo conformes. Jaime Ignacio del Burgo se ha pronunciado en estos términos: «Para Navarra el decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros supone una reafirmación de su personalidad histórica. Nosotros tenemos que pronunciarnos primero en el consejo foral competente. Si la respuesta es favorable, el pueblo navarro tendrá que ratificar. Pero, no obstante -añade-, nosotros seguimos defendiendo nuestra postura de que la integración no es necesaria, de que para cooperar con el pueblo vasco no es necesario integrarnos en él. Queremos avanzar como navarros.»