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La OCDE propugna la defensa de la libertad absoluta en el comercio

Defender la libertad absoluta en el comercio internacional será el núcleo fundamental de la estrategia inmediata de la OCDE (Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico), unido a mayores esfuerzos en el aspecto energético y en la política de empleo, según se puso de manifiesto ayer en el curso de una reunión entre dirigentes del organismo y periodistas económicos de los principales periódicos del mundo. Esta estrategia futura fue confirmada posteriormente por el propio secretario general.El tema de mayor discusión fue, sin duda, el comportamiento futuro de los tres países locomotoras (EEUU, Japón y la República Federal de Alemania) a la vista de las circunstancias internacionales. Ni los ejecutivos de la OCDE ni mucho menos los informadores presentes ocultaron sus recelos respecto al papel que puedan desempeñar estos tres países, sobre todo la RFA. Se debatió ampliamente la necesidad de estimular un aumento de la demanda interior para evitar retrocesos espectaculares en determinadas tasas de crecimiento, tema ya planteado en septiembre pasado en Washington en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional.

En el capítulo de la energía, los responsables de la OCDE no ocultaron su satisfacción por los resultados prácticos de la conferencia de la OPEP, recién clausurada en Caracas, aunque rechazaron la idea de una eventual ruptura en el seno de la Organización, dado que atribuyen carácter vital a la unidad entre los países exportadores de petróleo.

Respecto a la estrategia futura de la OCDE, ésta parece centrada en las conclusiones de la Conferencia de Ministros del pasado mes de octubre: apoyo al carbón, gas natural, energía nuclear..., fijando objetivos para 1985. Los ministros volverán a reunirse en enero si para entonces se espera tratar la reforma de los esquemas de investigación e insistir en los objetivos, dado que para 1981 se prevé el fin de la superabundancia petrolera. Las energías exóticas (solar, fusión termonuclear y mareas, entre otras) se estima que en el mejor de los casos sólo podrán suponer el 5 % del consumo total en 1985.

A reserva de lo que el informe anual y perspectivas económicas presentado oficiosamente el miércoles, pero cuyo contenido no se hará público hasta el día 28 recomiende a los distintos Gobiernos, los responsables de la OCDE se muestran absolutamente convencidos de que va a ser necesario cuidar extraordinariamente el tema del empleo en la próxima década.

Para la OCDE, la crisis no es estructural, sino coyuntural, como se ha demostrado en aquellos países que, como en Estados Unidos, han aplicado sus recomendaciones y en los que las condiciones económicas han mejorado. Por cierto, que estas recomendaciones fueron aceptadas unánimemente en la conferencia de Puerto Rico y, sin embargo, no todos los países allí presentes las han aplicado.

Puede decirse con un amplio margen de seguridad que la OCDE no se plantea por ahora problemas de crecimiento - en cuanto a número dé miembros se refiere -, a pesar de que países como Brasil y México puedan llamar pronto a su puerta. Los problemas políticos - se dijo- serían excesivamente importantes. Habrá que pensar en ello más adelante.

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