Los vecinos acumulan basuras frente al Ayuntamiento

Los vecinos de San Sebastián de los Reyes inundaron de basura la plaza del Ayuntamiento, como protesta a la falta de soluciones en el conflicto protagonizado por los basureros del pueblo, que ha convertido sus calles en vertederos al aire libre. El alcalde, Felipe Laporta, consideró la acción de los vecinos, realizada el lunes por la noche, como un incidente sin importancia, aunque éstos han prometido que volverán a hacerlo todas las noches que sean necesarias.El conflicto se ha originado por la actitud de los trabajadores de Focsa, empresa concesionaria de la recogida de basuras, no sólo en San Sebastián de los Reyes, sino en varios pueblo¿ y de la misma capital, quienes decidieron trabajar sólo ocho horas al día, y a ritmo lento. Hasta ahora trabajaban hasta doce y quince horas diarias por un salario mensual de unas 2 1.000 pesetas. Los empleados piden que su convenio se equipare al de los recogedores de basuras de Madrid.

Como consecuencia, San Sebastián de los Reyes ofrece desde hace una semana un aspecto lamentable, con los portales de las casas llenos de basura, que en la mayoría de los casos se han desparramado por aceras y calles. El problema se agrava por la inexistencia de campañas municipales de extinción de ratas, lo que hace que estos animales campen a sus anchas.

El lunes las asociaciones de vecinos de La Zaporra, Alcobendas y San Sebastián celebraron una reunión de trabajo para ver la forma de plantear soluciones válidas. Cuando terminó la reunión se encontraron que los vecinos se les habían adelantado y de forma totalmente espontánea se habían dedicado a trasladar las basuras de sus casas a la plaza del Ayuntamiento, que se encontraba totalmente cubierta.

Pasadas las diez de la noche se organizó una asamblea, en la que los asistentes pidieron al alcalde, Felipe Laporta, quien llegó a la plaza pasadas las doce, que el Ayuntamiento se hiciera cargo directamente del servicio.

El señor Laporta informó que la empresa quería revisar el contrato de concesión con efectos retroactivos, los que suponía una cantidad de unos veinte millones, rechazados por el Ayuntamiento. El alcalde rechazó, asimismo, la propuesta de los vecinos de municipalización del servicio, porque, en su opinión, le saldría más caro.