Posición crítica respecto a los Gobiernos de la nación

El Imparcial, en esta segunda época, hace un llamamiento a los políticos, a los intelectuales, a las gentes más creadoras de nuestro país, para que se acojan a la fraternal hospitalidad de nuestras páginas y las entiendan como una plataforma de todos. No dependemos de ninguna persona ni de ningún grupo social, económico, religioso o político. Somos auténticamente imparciales. Estamos alejados de los partidos políticos y, por supuesto, de cualquier vinculación directa o indirecta con este Gobierno o con los Gobiernos próximos. Una democracia es un despliegue plural de actos, de organizaciones y de opiniones. No queremos añadir una parcialidad más a las numerosas existentes. Nos obligamos también a no tener prejuicios o actitudes previas sobre nadie, en la legalidad de una democracia abierta, cualesquiera que fueran sus ideas.Nos proponemos dos grandes objetivos principales: exigir a los políticos que justifiquen y prestigien a la democracia mediante sus actividades, sin negarla o desvirtuarla con sus actos, y adoptaremos una posición crítica respecto a los Gobiernos de la nación. El Parlamento y el poder ejecutivo tienen que afrontar sus responsabilidades para no desfigurar o secuestrar la soberanía de un pueblo, expresada en el sistema político democrático. Las experiencias democráticas de nuestro pasado han sido malas, y por eso será preocupación esencial nuestra una vigilante capacidad crítica respecto a los políticos y a los gobernantes, que son quienes ostentan la más grande titularidad de responsabilidad para con España. Este va a ser un periódico libre e independiente, y desde la libertad saludamos, a todos con el mejor deseo de ser útiles al pueblo español.»

, 12 diciembre