Hacia una mayor participación de los comunistas en el Gobierno italiano

El Partido Republicano acaba de celebrar una reunión de su directiva, confirmando sus propósitos de pasar a la oposición. Ante la grave situación económica, con el "régimen de abstenciones" que de hecho significa «no gobierno», o la Democracia Cristiana y los comunistas colaboran y aplican rigurosamente una política económica de austeridad, o los republicanos, según anuncian, votarán contra el presupuesto general del Estado, cuya presentación al Parlamento está preparando fatigosamente el Gobierno Andreotti.

Tras esta decisión el secretario del Partido Socialista, Bettino Craxi, ha propuesto a la Democracia Cristiana un encuentro para estudiar «gradualmente» el modo de pasar del régimen de abstenciones a un «sistema de gran coalición», esto es, a un Gobierno de emergencia que incluya a los comunistas. Los socialistas tratan de empujar a la Democracia Cristiana a la acción. Saben que está dispuesta a una solución intermedia, es decir, a una remodelación del Gobierno Andreotti con técnicos, aceptables para socialistas y comunistas, pero quieren aún más, para no quedar aislados en la izquierda y mantener el papel de mediadores con los comunistas, que ahora reivindica La Mafia.

Participación del PC en el Gobierno de Sicilia

Los liberales no aceptan en modo alguno la presencia de los comunistas en el Gobierno, y su secretario, Valerio Zanone, ha vuelto a confirmar ayer en Bolonia, hablando a 13.000 miembros de la Juventud Liberal, que pasaron a la oposición, dado que un régimen de «gran coalición» no es más que la máscara del «compromiso histórico» entre comunistas y democristianos. Los socialdemócratas creen necesario cambiar, pero consideran inoportuna y peligrosa una crisis de Gobierno antes de Navidad. En resumen, mientras las fuerzas políticas del área laico- socialista se muestran inquietas y exigentes, comunistas y democristianos caminan con cautela.

La Democracia Cristiana acaba de dar el visto bueno, para que en Sicilia los comunistas participen en la mayoría de Gobierno. Se trataría ahora, según la izquierda, de extender esta solución a nivel nacional. La Democracia Cristiana no se niega rotundamente a ello, pero cree que «los tiempos tienen todavía que madurar».