Tres posibles herederos

DOLANC: Enemigo de BrejnevDurante la última visita de Brejnev a Belgrado, el secretario general del comunismo soviético le dijo a Tito, refiriéndose a Stane Dolanc: «¿No podemos hablar en otro sitio? Este hombre me saca de quicio».

A sus 52 años, originario de Eslovenia, Dolanc posee una estrella política en ascenso; del triunvirato de líderes para suceder a Tito, él es el que cuenta con mayores posibilidades.

El ejército le respeta, no se le conocen deficiencias en su salud y ha demostrado, al frente de la secretaría general de la Liga de los Comunistas, saber afrontar, con energía unas veces y tacto político otras, los problemas del régimen.

Defensor del sistema autogestionario yugoslavo y de la vía al socialismo para cada país, como demostró en el XXV Congreso del PC de la URSS en 1973, el que fuera jefe de guerrilleros en Liubliana es intransigente, sin embargo, respecto al fenómeno de los disidentes.

BAKARIC: El más liberal

Conocido como uno de los más ardientes defensores del «comunismo liberal», VIadimir Bakaric, hombre de confianza de Tito en el partido de Croacia, tiene como handicap, para asumirla jefatura de la Liga de los Comunistas, su deficiente estado de salud, que le obliga a residir en Zagreb gran parte del año.

De 65 años, ha resistido los embates de los miembros duros del PC croata y, a pesar de su amistad íntima con Tito, ha seguido y se ha responsabilizado de los discursos «liberales» y autonomistas de sus íntimos colaboradores croatas, como Mika Tripalo.

Partidario indiscutible de la autogestión obrera, se enfrentó a Tito en 1952 sobre la excesiva colectivización de tierras.

KARDELJ: El teórico

Continuador de la obra teórica, en el comunismo yugoslavo, de Djilas y Nekric, Edvard Kardelj, esloveno, de 67 años, es en estos momentos el más fiel compañero de Tito desde que se inició la cooperación entre ambos en 1937.

Junto a Bakaric, Kardelj fue el inspirador de las reformas democráticas de la autogestión, a principios de los sesenta, y su grupo consiguió desembarazarse de Rankovic: y su poderoso aparato policial.

AmabIe y de trato sencillo, Kardelj posee una gran base en Eslovenia y tiene pocos enemigos, pero su salud ha empeorado tras dos intervenciones quirúrgicas, casi seguidas, de cáncer de estómago. Aunque acceda al relevo inmediato de Tito, el futuro no parece contar demasiado con él.