Se mantiene el principio de la no confesionalidad
«El principio de la no confesionalidad del Estado se mantiene. Estamos dándole vueltas a la redacción del artículo.» Así le expresó anoche el diputado comunista en la ponencia constitucional, Jordi Solé Turá, portavoz ayer de la primera reunión mantenida por los siete ponentes después de la filtración del borrador de sus trabajos, para proceder a la segunda y penúltima lectura del anteproyecto de Constitución, que prosigue hoy y que puede estar concluida la próxima semana.
La reunión informativa con el señor Solé Turá estuvo ambientada por una gran expectación. Una treintena de periodistas le escucharon y le interpelaron en presencia de los demás ponentes, a excepción del señor Fraga. La ponencia se confirmó en su criterio de confidencialidad, y, como prueba de ello, el portavoz -que estuvo ingenioso y explícito sobre temas diversos- no desveló el contenido de las deliberaciones durante las casi ocho horas de reunión ni la nueva redacción de los veintiocho artículos estudiados ayer.El señor Solé Turá comenzó dando cuenta de que la ponencia, «después de lo ocurrido», ha decidido no modificar su calendario ni su sistema de trabajo. Asimismo, censuró las críticas realizadas al borrador filtrado, que no han tenido en cuenta que los ponentes no entraron, en su primera lectura, ni en el orden ni en la correcta redacción de los preceptos, sino sólo en los puntos de consenso y disenso.
Entre la inexactitudes del borrador filtrado aludió a la del millón y medio de habitantes como tope mínimo para las autonomías, que sólo figuraba en el texto -véase del 26-11-77- de modo indicativo, no como acuerdo de la ponencia, que, por el contrario, había rechazado esa cifra.
A título personal, el señor Solé Turá reconoció que en algunos aspectos la filtración ha sido conveniente.
Por lo que se refiere a la segunda lectura informó que se mantienen por ahora los votos particulares y reservas formuladas -y, concretamente, las presentadas sobre la forma monárquica del Estado por el PSOE y el PCE, respectivamente-, aunque la ponencia cuenta todavía con una tercera lectura. Sobre un supuesto contraborrador del PSOE insinuado por un informador, el señor Solé se volvió al ponente socialista, Gregorio Peces-Barba, quien dijo: «No tengo nada que decir.»
Por otra parte, las opiniones producidas sobre el borrador constitucional a lo largo de estos días no serán tenidas formalmente en cuenta, a no ser a través de la apreciación individual de los ponentes. Algún informador se interesó concretamente por el documento de los obispos. « Lo hemos leído -dijo el portavoz-, pero no tiene por qué incidir en nuestros trabajos.»
Sobre el trabajo realizado ayer, el señor Solé dijo que no se habían producido variaciones sustanciales; que se habían refundido o añadido algunos párrafos, y que se había acordado que el título primero regule la parte general de la Constitución y el título segundo los derechos y libertades.
La no confesionalidad del Estado se mantendrá por el momento por acuerdo mayoritario, si bien se está estudiando añadirle algún párrafo al artículo que se ocupa del tema. A la pregunta sobre la posición de la minoría y especialmente sobre si los ponentes de UCD se habían reunido para tratar del tema de la confesionalidad, el señor Solé no contestó y quiso apoyarse en los ponentes de UCD. Miguel Herrero Rodríguez de Miñón declaró que los ponentes de UCD no se habían reunido específicamente para este tema. El portavoz comunista bromeó al afirmar que sólo los ponentes de UCD necesitan intercambiar opiniones, por ser tres, a diferencia de los restantes grupos parlamentarios representados en la ponencia, que sólo cuentan con un diputado en la misma.
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