Mario Soares inicia su visita oficial de tres días a España

El primer ministro de Portugal, Mario Soares, inició ayer en Madrid su visita oficial a España de tres días de duración con una intensa jornada de trabajo en la que conversó con su homólogo español, Adolfo Suárez, fue recibido por el rey don Juan Carlos, conversó con dirigentes del PSOE, presidió la inauguración de una exposición sobre la cultura portuguesa y asistió a una cena que, en su honor, ofreció el presidente Suárez.

Mario Soares, acompañado del ministro portugués de Defensa y de los secretarios de Asuntos Exteriores, Emigración y Agricultura, ha iniciado una visita a España que él calificó de «histórica» y que tendrá como principal objetivo la firma de un Tratado de Amistad y Cooperación que será suscrito hoy por ambos países.En el aeropuerto de Barajas, Mario Soares fue recibido por el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, con una ceremonia sobria y de alto protocolo en la que ambos políticos escucharon los himnos de los dos países y pasaron revista a un batallón de honor con bandera y banda de música, del onceavo escuadrón del Ejército del Aire, mientras ondeaban las enseñas de ambos países en los mástiles del aeropuerto.

En el salón de autoridades de Barajas, Soares hizo una declaración para saludar «al pueblo español de parte del hermano y amigo pueblo portugués», y después de saludar a las autoridades españolas que fueron a recibirle se trasladó, en compañía del presidente Suárez, al palacio de La Zarzuela, donde fueron recibidos por el rey Juan Carlos. Posteriormente, Suárez y Soares iniciaron en el palacio de la Moncloa una primera conversación, en presencia de sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores, mientras delegaciones de los dos países ultimaban los preparativos de la firma del Tratado de Cooperación y Amistad. Tratado que, como declaró el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, se gestó durante la reciente visita del presidente de Portugal, general Eanes, a España.

En las primeras horas de la tarde, Mario Soares asistió a un almuerzo que le ofreció el PSOE y en el que estuvieron presentes Luis Yáñez, Gómez Llorente Ramón Rubial, Javier Solana y Alfonso Guerra

Al término de la comida, el PSOE y el PS portugués hicieron público un comunicado en el que declaraban la identidad de puntos de vista políticos de ambos partidos y las buenas relaciones existentes entre las dos organizaciones.

Mientras tanto, el ministro lusitano de Defensa, Firmino Miguel, conversaba con su colega hispano, Manuel Gutiérrez Mellado, con quien almorzó en compañía de varios militares de su séquito.

Por la tarde Mario Soares y Adolfo Suárez presidieron la inauguración, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, de una muestra de la cultura portuguesa, a la que asistieron varios ministros del Gobierno español y dirigentes de la Unión de Centro Democrático (exposición de la que informamos en nuestras páginas de cultura y sociedad). También por la tarde Mario Soares visitó la fundación Juan March, donde se presentaba una exposición de la revista Precença.

Por la noche el presidente Suárez ofreció en honor de su colega portugués y de su comitiva una cena en el palacio de la Moncloa a la que asistieron representantes de los partidos políticos con representación en el Parlamento y primeras autoridades de la Administración.

Los discursos de ambos políticos, marcados por el deseo de crear una auténtica amistad entre los pueblos español y lusitano, lejana de enfrentamientos y competencias, tuvieron desarrollos diferentes y complementarios. El presidente Suárez se extendió sobre el contenido del tratado y afirmó: «Somos conscientes de que nuestras relaciones económicas precisan una puesta al día y un incremento que las haga congruentes con nuestra vecindad peninsular y nuestra voluntad de formar parte de las instituciones europeas.»

Por su parte, Mario Soares, con una intervención europeísta y atlantista, recordó las vicisitudes del proceso democrático portugués, elogió la labor política del presidente Suárez y dijo: «No podemos ignorar la importancia de la península Ibérica en el contexto atlántico, mediterráneo y europeo y también el carácter inigualable de los lazos que unen tanto a España como a Portugal a los países hermanos de América Latina y a los de Africa». Soares concluyó diciendo que «hemos venido a España con el propósito expreso de poner fin a un falso mito, el de la histórica enemistad entre los pueblos peninsulares».