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La política petrolífera estará centrada en el INI

El nuevo ente petrolero nacional, cuya creación está prevista en el Plan Energético que próximamente remitirá el Gobierno a las Cortes, quedará encuadrado en el Instituto Nacional de Industria, posiblemente con rango de vicepresidencia y dotado de una cierta autonomía estructural. La aseveración fue formulada ayer por el ministro de Industria, Alberto Oliart, quien descartó que hubiera existido polémica alguna respecto a la ubicación del ente en el curso de un almuerzo con los miembros de la Agrupación de Periodistas de Información Económica (APIE).

El señor Oliart señaló que había sido necesario replantear algunos de los objetivos del Plan a la vista de que las previsiones de la demanda energética para los años de vigencia del Plan habían variado -a la baja- considerablemente. Igualmente, y atendiendo a las estimaciones de la Comunidad Económica Europea, a cuyos expertos energéticos les había sido mostrado, el Ministerio estudia en estos momentos una nueva estrategia en materia de capacidad de refino de crudos, a la vista de que en el seno de la CEE existe un desequilibrio entre la capacidad disponible de refino de determinadas clases de crudo y de otros; en cualquier caso, el problema que se plantea es de inversión.El tema energético acaparó la mayor parte del diálogo del ministro de Industria con los informadores económicos, reiterando el señor Oliart el criterio de su Departamento de que debe irse hacia una disuasión del consumo por la vía de los precios realistas. No obstante, esta política no puede aplicarse de modo drástico, sino paulatina y gradualmente. El Plan Energético prevé también determinadas exenciones, fiscales para la mejora de instalaciones -aislamiento térmico, por ejemplo- que permitan un ahorro de energía. El plazo de aplicación de una política de precios realistas podría oscilar en torno al año y medio, aproximadamente. En cualquier caso, la reducción del consumo de energía es considerada por el actual equipo de Industria como uno de los eslabones fundamentales de la política: industrial a desarrollar.

En el capítulo del sector eléctrico, el ministro descartó la idea de una nacionalización, ya que ésta sólo debería ser arbitrada en caso estrictamente necesario, a partir de unas condiciones que no eran las actuales. La política a desarrollar en este campo debía encaminarse a obtener una utilización óptima de la actual capacidad de la red eléctrica nacional. Al mismo tiempo se hacía necesario emplear a fondo los recursos naturales disponibles -carbón- y reforzar la dotación de centrales nucleares. La energía de origen hidroeléctrico presentaba unas posibilidades muy limitadas por la distribución de la actual red de pantanos y la rentabilidad de las operaciones de bombeo.

Crisis sectoriales

El señor Oliart destacó también la preocupación de su Departamento por la crisis planteada en diversos sectores.En el de construcción naval el ministro anunció que el plan de reestructuración del sector está en vías de conclusión y que, posiblemente, podrá ser aplicado a partir de enero del próximo año. Este plan de reestructuración supondrá básicamente la reducción de la capacidad productiva a un 60% de la actual, clausurando algunas instalaciones y diversificando los procesos de producción de otras. Todo ello -dijo- con el mínimo coste social que sea viable arbitrar.

Otro de los sectores actualmente en crisis es el de bienes de equipo, sobre el que el ministro reconoció que no existe todavía un criterio definido a nivel departamental, aunque se está trabajando intensamente en ello. Sin embargo, el señor Oliart descartó una absorción de Babcock Wilcox por parte del INI, estimando que los importantes intereses privados de la sociedad podían asumir perfectamente la tarea de reestructuración que la empresa precisa.

También se refirió el titular de Industria al sector siderúrgico, cuya crisis está viéndose fuerte mente agravada en los últimos meses. Con la salvedad de que la crisis es, absolutamente generalizada en toda Europa, hay que tener en cuenta los distintos casos concretos que se plantean en España. De un lado, la Siderurgia Integral de Sagunto, propiedad de Altos Hornos del Mediterráneo, cuyo futuro debía ser objeto de especial dedicación, sin descartar la posible nacionalización de la empresa. Caso distinto es el de Altos Hornos de Vizcaya. En cualquier caso, dijo el señor Oliart, el criterio del Ministerio es que la actividad de la industria siderúrgica debe mantenerse a través del apoyo estatal, solución adoptada en la mayoría de países de Europa.

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