Exiliados a perpetuidad
Señor ministro de Trabajo: Por cuarta o más veces, en dos años estos condenados a perpetuidad al exilio por razones de trabajo nos dirigimos al alto poder que creemos nos representa..., con el fin de dar testimonio de nuestra existencia e interesar una vez más, se intensifiquen las gestiones con las autoridades suecas laborales para que se nos confiera el derecho a que todo emigrante tiene, excepto los que estamos en Suecia, por muchos enjuiciamientos que hacemos respecto al problema, nunca acertamos a comprender las razones, abandono y tal anomalía.Hace unos meses, y en contestación a una de nuestras cartas en las qpe pedíamos se nos aclarase algo sobre la marcha de las negociaciones respecto al asunto, recibimos noticias del que fue primer minístro, señor Palme, en cuya comunicación nos significaba que para el mes de agosto pasado se esperaba una comisión española para tratar de dar solución a nuestro conflicto, pero según tenemos entendido, esta comisión no ha aparecido por Estocolmo y, como consecuencia, seguimos en la misma y confusa situación.
Según el señor Palme, las autoridades suecas están en la mejor disposición para dar solución satisfactoria a nuestro justo deseo, pero como el tiempo pasa y las cosas no se aclaran ni gestionan, tenemos la sensación de ser huérfanos de padre y madre.
Los centros oficiales españoles, como son el consulado y la embajada, donde puedes recurrir en demanda de ayuda e información, son entes burocráticos carentes de calor, que están muy lejos de sentir las inquietudes de sus compatriotas Y, por tal razón, muertos en su espíritu y solidaridad: en ellos jamás encontrarás al lento ni estímulo. como todo nuestro sistema burocrático está congelado. Algún embajador se ha ocupado jamás de convocar a sus compatriotas, a los cuales representa, para saber de sus inquietudes y problemas? Sólo lo han hecho para la conmemoración de una efemérides, 18 de Julio, para ofrecernos una copa de vino español, pero sin más trascendencia, ya que nadie nos ha preguntado ni si estábamos bien de salud.
Esta situación expuesta afecta sobremanera a un grupo que, como el que escribe, ha remontado la edad de los 63 años y dada la circunstancia de lo que antecede nos vemos hoy en la necesidad de hacer una renuncia dolorosísima a nuestra patria, acogiéndonos a la nacionalidad sueca, porque los que tienen la misión de resolver los problemas nuestros no prestan la prioridad debida a tan delicada situación, siendo imposible por nuestra parte descuidar la seguridad económica de nuestra inmediata vejez.
Esta carta la enviamos a la sección de «Cartas al director» de EL PAIS, para que de esta forma no sólo conozca nuestra situación el nuevo ministro de Trabajo, sino que todo nuestro país tenga conocimiento de la discriminación laboral que este amplio grupo de españoles nos vemos obligados a recibir.
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