EI Centro de Investigación de Nuevas Formas Expresivas potenciará las actividades culturales

«Resulta pretencioso emitir un juicio a priorí de los objetivos concretos que puedan surgir y desarrollarse en una institución que se crea y aún no está delimitado en sus características más específicas, comenta a EL PAIS Antonio Fernández Alba. No obstante, podría señalar que este nuevo centro, nace dentro de los presupuestos políticos del Ministerio de Cultura, y que su vinculación como institución del Estado, viene asignada a la Dirección General de Difusión Cultural».El nuevo centro, y consiguientemente el nombramiento de su director, todavía no ha visto la luz verde en el Boletín Oficial del Estado, lo que no impide afirmar su constitución. Por lo que atañe a sus Finalidades, el señor Fernández Alba declara que «el centro recibe una autonomía de gestión. En cuanto a su finalidad parece evidente que debe tener la pretensión de potenciar, descubrir y difundir los diferentes apartados que inciden sobre el panorama de las nuevas formas de expresión. El centro se instalará aprovechando el actual edificio destinado a sede del Museo Nacional de Arte Contemporáneo, siendo solidario en las actividades del propio museo, aunque como es natural, en un marco de competencias diferenciadas».

«Independientemente de que los trabajos de coordinación residan en este edificio -añade Fernández Alba- el nuevo centro no se concibe como un foco central para la difusión de la cultura, se pretende que sea un instrumento de, investigación descentralizado, potenciando aquellas instituciones, talleres de trabajo, actividades de grupo o individuales que tengan una gestión cultural dentro del campo específico que coordinará el centro».

Quizá uno de los aspectos fundamentales para explicar el fracaso de la mayoría de los centros, planes o programas de investigación cultural, creados y dirigidos desde entidades estatales, sea su interdependencia con las consignas políticas del Gobierno de turno.

Este espinoso obstáculo queda inicialmente resuelto por el riguroso concepto que de la cultura tiene Fernández Alba: «Me siento alejado (y estimo que la intencionalidad política que anima la creación de este centro parece así señalarlo) de aquellas propuestas que han favorecido determinados paises modernos, construyendo enormes y pesadas maquinarias para producir cultura, donde la creatividad y la investigación de las nuevas formas expresivas pienso que se condicionan y vienen a programarse como una auténtica industria cultural, o como una inversión bancaria de la culturización popular.»

«Me inclino más a pensar que puedan favorecer esta modalidad de centros, donde se posibiliten panoramas que puedan abrirse en toda su magnitud al debate antropológico, dentro de lo específico de su cometido, por supuesto, pero debate como nos lo presentan las corrientes más rigurosas de¡ pensamiento de nuestra época.»

«La dirección del centro -señala su nuevo director- vendrá apoyada por una gestión colegiada integrada por un patronato que coordinará la gestión cultural del mismo; un consejo asesor que participe en la dinámica y actividades que en él se pueda potenciar y un comité científico de rango internacional que valore y seleccione los. trabajos específicos vinculados a la actividad de la institución. El trabajo del centro se desarrollará en laboratorios, talleres y seminarios, independientemente de potenciar aquellos trabajos que puedan realizarse en otros lugares o instituciones estatales o privadas. Por lo que respecta a la temática con la que podría encararse este centro, a modo de sugerencia podría enunciarle los siguientes apartados: a) artes plásticas, comunicación visual; b) arquitectura, Ingeniería y tecnología, diseño de objetos, cibernética, ergonomía; c) cultura de masas, cultura de la ciudad, metacultura, teoría y crítica; d) música, cine, video, fotografía experimental y teatro.»

Fernández Alba concluye sus primeras declaraciones sobre el nuevo centro señalando que la difusión de las obras que en él se realicen se canalizarán «a través de las instituciones de entidades estatales, paraestatales, fundaciones, entidades privadas, potenciando aquellas que carezcan de una dinámica y actualizando los cometidos en aquellas otras que surgieron para otras finalidades. Sin que lo anteriormente expuesto signifique más que un apunte muy generalizado de una definición más precisa, sí le puedo señalar que la , aceptación por mi parte a montar. con las colaboraciones necesarias, un centro como éste que propugna el nuevo Ministerio, y de una forma muy concreta la dirección general de Difusión Cultural, está motivada por una serie de negociaciones muy precisas, que entiendo tienen por finalidad conectarcon la cultura real del país, por lo que respecta a estos aspectos específicos que venimos comentando.