"No planteo pleito dinástico: soy un político"
«No planteo ningún pleito dinástico: soy un político y como tal vengo a luchar por la democracia en España», dijo ayer Carlos Hugo de Borbón, presidente del Partido Carlista (PC), al serle preguntado si regresaba en calidad de príncipe o de jefe de su partido. Carlos Hugo llegó ayer al aeropuerto de Madrid, a las ocho de la tarde, procedente de París, donde permanecía exiliado desde que el 20 de diciembre de 1968 fue expulsado de España por el régimen franquista.
El heredero de la rama carlista, con un ligero acento extranjero y visiblemente emocionado, comentó a su llegada que «en este país se ha producido una tremenda transformación de las condiciones políticas y sociales. Ha renacido -agregó- la posibilidad de una vida democrática y de construir una socledad basada en el diálogo entre la sociedad y el poder, en lugar de la mera tutela por parte del poder».En cuanto a los años pasados en el exilio, manifestó que habían sido de experiencia y de lucha. «He podido ver cómo es la lucha y el sufrimiento de los exiliados, pero también pudimos hacer ver a los países democráticos lo que significa la lucha por la democracia, que ellos no conocían.» En cuanto a su posible presentación a las elecciones municipales, afirmó que aún no hay nada decidido al respecto.
Acompañaba al presidente del PC el secretario general de EKA (Partido Carlista de Euzkadi), Mariano Zufia. No llegaron ayer, sin embargo, la esposa y demás familiares, que vendrán en unos días, «pero esto ya es sólo un problema doméstico», comentó el secretario general del PC, José María Zavala, que encabezaba el recibimiento.
Dijo también el señor Zavala que Carlos Hugo venía con su pasaporte francés, aunque se está negociando con el Ministerio de Justicia la concesión del pasaporte español. Añadió que el Gobierno ha dado todas las facilidades posibles, después de que a través de diversos contactos se habían explicado las intenciones políticas del hastía ahora exiliado. «Han desaparecido todos los obstáculos: ya no hay fantasmas ni recelos por parte del Gobierno», agregó.
Por otra parte, el secretario general del PC calificó la vuelta de su presidente como «un importante paso para el partido, que, como los demás, tiene igual derecho a su presidente». En cuanto al programa político de éste, manifestó que de momento todo el trabajo está absorbido por el congreso del partido, que se celebrará este fin de semana, e inaugurará Carlos Hugo.
En el recibimiento estaban presentes el comité ejecutivo del partido y varios jecretarios generales regionales, así como varias decenas de carlistas, que dieron vítores a Carlos Hugo y gritos de «Ya era hora».
Desde su expulsión de España Carlos Hugo, la última personalidad política en volver del exilio, ha vivido en diversos países de Europa, aunque entró clandestinamente en nuestro país en numerosas ocasiones, «cada vez que lo necesitaba», como declaró a EL PAIS antes de salir de París.
Dijo también que piensa que el Gobierno actual está deseoso de solucionar su problema, «porque no quiere ser responsable de las actividades del Gobierno franquista». Hoy, «mi misión es presidir el destino de un partido hasta ahora discriminado y presentar sus opciones. Queremos participar -agregó- en la construcción de una democracia federalista, que de no darse desde ahora mismo el país correría el peligro de involución».
En cuanto a Euskadi, cuna del movimiento carlista, rechazó el que se ponga en duda el carácter vasco de Navarra. «Navarra -dijo- fue siempre Euskadi, y quizá la parte que más Euskadi ha sido siempre en su historia. Cada región vasca ha mantenido su propia personalidad y ha sabido conservar el carácter unitario de nación.»
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