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Seis muertos al incendiarse un camión cargado de disolvente en Bilbao

Varios testigos presenciales calificaron de «dantesco» el accidente que a las 20.15 de la mañana de ayer costó seis vidas en el barrio bilbaíno de Recaldeberri, al salir despedido por un puente de la solución Sur un camión Pegaso cargado de 17.000 litros de disolvente exano, que hizo explosión al caer al suelo desde una altura de unos catorce metros. Los seis muertos son el conductor del camión y cinco niños gitanos que se encontraban en el interior de una furgoneta y que resultaron calcinados por efecto del incendio declarado en un radio de unos veinte metros.

El accidente sobrevino al salir de la autopista por exceso de velocidad el camión matrícula BI-82.536, que poco antes había cargado en la refinería de Petronor con destino a Zaragoza. Dado que durante el día los camiones que transportan materiales combustibles no pueden pasar por el túnel de Malmasin, en la solución centro, el conductor se vio obligado a salir de la autopista para atravesar Bilbao por la avenida de José Antonio.Fue en este ramal de salida donde se produjo el suceso. Según informó la empresa Martín Villarán, de Bilbao, propietaria del camión, el conductor conocía perfectamente la peligrosidad de la curva, por lo que el accidente no es achacable a desconocimiento de la carretera. Cuatrocientos metros antes del lugar en que se produjo el suceso hay una limitación de velocidad de ochenta y más adelante otra de sesenta. Lo que nadie pone en duda es que el camión entró en la curva a excesiva velocidad. pese a lo cual en la calzada no se registraba ninguna señal de frenada.

Después de romper la barandilla «incapaz de proteger a un coche, mucho menos a un camión», según opina el doctor Uspadicha, presidente de la Asociación de Ayuda en Carretera, e camión saltó a otro ramal de salida para los vehículos procedentes de San Sebastián y, finalmente, se precipitó al suelo, entre la calle Novia de Salcedo y las vías del ferrocarril Bilbao-Santander.

El camión estalló al caer a suelo, alcanzando el incendio a unos nueve vehículos y cuatro carromatos aparcados en las inmediaciones. Los carromatos y una furgoneta Avia 2.500, matrícula BU-32982, pertenecía a unas familias gitanas que habitaban en esa zona. Las personas que ocupaban los carromatos pudieron salir corriendo, pero no así los cinco niños que se encontraban en el interior de la furgoneta. Tan sólo uno de ellos consiguió abrir la puerta, para fallecer al pie de ella convertido en una antorcha. Los otros cuatro pequeños, totalmente calcinados, fallecieron en el mismo lugar en el que dormían.

Las personas fallecidas son el conductor, Sixto Calvo Valenzuela (de 46 años, casado y con dos hijos, vecino de Portugalete), y los niños, Conchita, Trinidad, Daniel y Facundo Gómez González de siete a tres años de edad, y Paulino González Echeverría, de dos años y medio. Otras siete personas fueron también alcanzadas por el incendio y padecen quemaduras de pronóstico muy grave dos de ellas, y menos grave las cinco restantes. Fueron trasladados a la residencia sanitaria de Cruces Baracaldo, donde tres de los heridos quedaron internados.

A causa del fuego resultaron también dañados cuatro camiones Pegaso, dos Barreiros y una furgoneta Mercedes Benz y un turismo Renault-12, además de la furgoneta Avia.

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Este gravísimo accidente en una curva que ha conocido ya bastantes sucesos, aunque ninguno de la gravedad del registrado ayer, plantea varias cuestiones acerca de la seguridad de los transportes líquidos inflamables. El hecho de que no se haya encontrado ninguna señal de frenada puede indicar un fallo en el sistema de frenos, algo por otra liarte no demasiado extraño en un camión matriculado hace ya doce años.

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