Marcha atrás en el conflicto del algodón
El convenio de la recogida de algodón firmado por la Unión de Agricultores y Ganaderos (Uaga) y la CSUT, con la oposición de Comisiones Obreras y UGT, ha quedado definitivamente roto al replantearse las dos primeras organizaciones su actitud en el conflicto. En esta reconsideración parecen haber influído la huelga realizada por los jornaleros en varias poblaciones, la ruptura efectiva del convenio provincial en otras, y la postura de las industrias desmotadoras que se han ajustado, a los niveles de pureza y sequedad exigidos legalmente, lo que obliga a un mayor esfuerzo a los trabajadores y disminuye la cantidad recogida.
La CSUT había firmado un convenio provincial con la Uaga sobre la base de catorce pesetas de salario por cada kilo de algodón recolectado, por estimar dicha central, que un sueldo más elevado supondría la, ruina de los pequeños campesinos. Por su parte, CCOO y UGT solicitaron entre dieciséis y diecisiete pesetas, argumentando que los empresarios han sido subvencionados con cinco pesetas/kilo con cargo a los fondos contra el paro, por lo que ese dinero debiera ir a manos de los obreros.
Las dos centrales llamaron, en consecuencia, a la huelga, que se extendió el lunes por todos los pueblos de la zona del canal.
El convenio Uaga-CSUT ha sido superado, de hecho, en el Priorato y Peñaflor (se vienen pagando quince y 15,50 pesetas) y en fincas de otras localidades.
Parece que en el cambio de postura de la Unión de Agricultores y Ganaderos ha sido decisiva la reunión, de más de cuatro horas de duración, mantenída en la noche del lunes por la junta, promotora provincial, EL PAIS ha podido saber que algunos miembros de la junta fueron duramente criticados por haber facilitado a la prensa comunicados e informaciones no compartidos por otros sectores campesinos y que reflejaban tomas de posición no representativas del conjunto de la Unión.
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