Chile: manifiesto de la Democracia Cristiana en favor de un frente democrático

Una convocatoria a todas las fuerzas politicas y estamentos institucionales chilenos para la formación de un Movimiento Nacional de Restauración Democrática ha sido hecha por el Partido de la Democracia Cristiana, de ese país, en un documento hecho público. Es la primera vez, desde el derrocamiento del presidente Allende en 1973, que la Democracia Cristiana chilena se manifiesta de manera clara y contundente sobre la necesidad de la inmediata restauración democrática en el país.

Aunque aún no se conocen las reacciones oficiales del resto de los partidos opuestos al régimen de Pinochet, se sabe que personalidades de dichos grupos, actualmente en el exilio en esta parte del continente, juzgan como muy positiva la propuesta de la DC y la consideran como un paso muy importante para la formación de un frente común suficiente poderoso para conseguir el restablecimiento de las libertades públicas y el respeto a los derechos humanos en Chile.Es especialmente positivo, y así lo consideran los partidos que jugaron un papel más trascendente durante la presidencia de Salvador Allende, que el documento de la DC no trate de exclusivizar en dicho partido la dirección del movimiento restaurador de la democracia, sino que ofrezca la alternativa de un agrupamiento de todas las fuerzas democráticas chilenas en el que, respetando el papel de cada cual, subsista el interés común y el objetivo final del restablecimiento democrático en Chile.

También es destacable la implícita alusión que se hace a la evolución democrática española como modelo posible para Chile, cuando el documento señala que «el proceso de restauración democrática sacude hoy a toda América Latina y se identifica con las experiencias de países europeos muy ligados a los nuestros».

El mensaje de la DC a los chilenos, que lleva el lema «Una patria para todos», es concluyente al afirmar que «Chile está en vísperas de un inevitable proceso de restauración democrática», como resultado del debate nacional surgido tras el anuncio hecho en julio por la Junta Militar de un plan para restablecer la «normalidad» en Chile en quince años.

El documento de la DC plantea un sistema gradual de etapas a cubrir hasta conseguir la definitiva normalización del país. La primera sería el inmediato restablecimiento de los derechos fundamentales, mediante la derogación de las disposiciones sobre el estado de emergencia y de sitio, control de las actuaciones de organismos policiales y restitución de la libertad de expresión. La segunda etapa trataría de restablecer otros derechos, como los de asociación, reunión autonomía universitaria y derechos laborales, así como la convocatoria de una asamblea constituyente, elegida por sufragio universal, que en el plazo de un año elaboraría el texto de la futura Constitución, fundada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

El texto del mensaje de la DC a los chilenos termina con un llama miento a las fuerzas armadas y a lo partidos políticos. Al ejército se le pide que «comprenda» la imposibilidad de sustituir sus tareas profesionales por el ejercicio del Gobierno, como también la de pretender que una política permanente de fuerza es el medio adecuado para llegar a la raíz de los males del país. El militarismo no representa para Chile ni la seguridad interna ni la externa.