El congreso laborista británico ha favorecido la unidad
Al término de la conferencia anual del partido, los delegados laboristas abandonaron Brighton con mejor espíritu y más confianza en sus posibilidades que cuando comenzó la asamblea, hace una semana.Los observadores entienden que la conferencia sirvió para fortalecer la figura de James Callaghan como primer ministro y para unificar básicamente los distintos criterios y tendencias del partido. Los resúmenes de la prensa diaria, sin excepciones, hablan de un «espíritu de compromiso» que durante toda la semana, ha evitado rupturas entre las alas izquierda y derecha del partido, a pesar de las diferencias doctrinales y tácticas que las separan.
De todo lo acontecido, merece especial mención el consenso respecto a la permanencia británica en el Mercado Común, uno de los «puntos ardientes» del conflicto interno laborista que, sin embargo, fue tratado y resuelto con moderación.