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Malestar profesional por los cambios de horarios de los informativos de RTVE

El cambio de los horarios y de algunos programas obedecen, al parecer, a las recientes visitas a Francia de Rafael Ansón, director general de RTVE, quien explicó a los responsables de los informativos de Televisión la conveniencia de que el telediario de las tres se emitiera a las dos y media «porque el ejecutivo que aún no ha salido de su despacho y no llegaría a su casa a las tres puede ver el telediario con sus colaboradores, mientras recogen».Aunque Francisco Ruiz de Elvira, director de Radio Nacional, ha dicho recientemente que los cambios supondrían la ampliación de los Servicios Informativos, los profesionales de la información los interpretan como preponderancia del departamento de programas sobre los informativos, vieja polémica, por otra parte, dentro de la casa. Hace unos meses, en una cena en honor del señor Ruiz de Elvira, premiado por su etapa al frente de los informativos de la Radio, Ramón Villot, jefe de programas, recordó que hablaba en representación «de quienes en la Radio cubren de once y cinco a doce, de doce y cinco a una, de una y cinco a dos», aludiendo a los 55 minutos de programas que se emiten por cada cinco de los boletines informativos.

Cuando se planteó el paso del diario hablado de las diez de la noche a las ocho, sus responsables se ofrecieron a mantenerlo a las diez y hacer otro dos horas antes, ya que la SER había empezado a emitir un informativo a las ocho. Según fuentes profesionales, el jefe de programas se opuso, alegando que entonces todo iban a ser informativos, y el subdirector, de Radio Nacional para estos servicios, Juan José Bellod, guardó silencio. El señor Villot, jefe de programas, ha dicho a EL PAIS que «esto no es cierto. Además, tras los cambios hay más informativos, pues han empezado a emitirse, los boletines de las nueve, trece, quince y veintitrés horas. Niego rotunda mente que haya habido pugna entre programas e informativos. No la ha habido jamás, pues la Radio es un todo. Y yo he sido uno de los que más ha propiciado el desarrollo de la información en esta casa ».

El cambio de los horarios ha causado malestar entre los profesionales de Radio Nacional, quienes consideran que deberían haber sido consultados. El pasado día 28 Rafael Ansón tuvo esperando dos horas a los responsables de los informativos de RNE, a los que había convocado para explicarles los motivos de las variaciones horarias. El señor Ansón no se presentó. Algunos profesionales de Radio Nacional opinan que los cambios han favorecido a la cadena SER, que se ha apresurado a llenar los huecos dejados por la radio estatal. Además, se piensa que la SER va a ganar a ésta en creatividad, agresividad y actualidad y que habría que aprovechar para cambiar en Radio Nacional algo más que los horarios.

El descontento se ha hecho especialmente patente en la redacción del diario hablado de las diez, emitido ahora a las ocho, que se edita habitualmente en presencia de algún alto mando, que censura sobre la marcha. Su director, Alejo García, ha dicho a EL PAIS: «El diario de las diez llevaba cuarenta años emitiéndose a la misma hora y no ha dejado de salir al aire por ningún motivo. La gente conocía ya la hora del parte, que en España ha servido incluso para medir si una chica era decente o no, según le pillara dentro o fuera de casa. A las ocho no se ha cerrado la actualidad del día. En cualquier caso, podrían habernos consultado a los profesionales. Y he de decir que me ha sorprendido la falta de reacción de la gente. »

Censura

Recientemente Rafael Ansón, interrogado sobre la censura en Radio y Televisión, ha manifestado que «en RTVE sólo censuran los mandos intermedios». Esta afirmación ha molestado bastante a algunos de ellos, meros intermediarios entre el teléfono del director general y la censura de noticias. Hay que hacer notar que en algunas informaciones, consideradas como delicadas, llegan a Radio Nacional los textos que se han leído previamente en Televisión, con el consiguiente malestar de los profesionales de la Radio. Rafael Ansón no se reúne nunca con los responsables de los servicios informativos de Radio Nacional y, según uno de ellos, «sólo nos da normas a través de los mandos intermedios, nos desprecia olímpicamente».El criterio de que el director general de RTVE tiene la Radio en un segundo plano está bastante generalizado en Prado del Rey. El señor Ansón dedica su atención casi exclusivamente a la pequeña pantalla y es muy conocida su afición a las encuestas para conocer el nivel de audiencia de cada medio, confrontación que, sin calibrar la calidad de esa audiencia, se resuelve a favor de la Televisión. Según un responsable de los informativos, «el director general se cree que las elecciones las gana sólo la Televisión, cuando en Francia y en toda Europa está reconocido el peso primordial de la Radio».

El director general de RTVE ha dicho a EL PAIS sobre los nuevos horarios que «no me he enterado de ellos hasta que me los comunicaron. Y me parecieron bien. Yo sólo influí en los de Televisión. Los de Radio se decidieron en una reunión que mantuvo el director de Radio Nacional, Francisco Ruiz de Elvira, con los profesionales del medio, a nivel de directores de espacio. La decisión estuvo condicionada por otra previa que fijó los horarios para la Televisión. Coincidía con los estudios de audiencia, ya que a las diez la Radio se oye muy poco. Por tanto, no es cierto que no se consultara a los profesionales».

Preguntado sobre el concepto que existe de que no se ocupa de la Radio, prueba de lo cual es que a diario se reúne con los responsables de Televisión y nunca con los del otro medio, el señor Ansón respondió: « Es que los de radio lo hacen muy bien... Además, soy el primer director general que ha igualado la Radio y la Televisión... Pero el telediario se ve cinco veces más que lo que se oye la Radio. Por otra parte, en las reuniones que tengo con los de Televisión está presente el jefe de informativos de la Radio, señor Bellod. Sería imposible reunirse con los de la Radio, porque nunca estánjuntos a una misma hora».

Uno de los problemas de los profesionales de RTVE es la falta de criterios en lo que a contenidos y techos informativos se refiere, unido a la aplicación discrecional de la censura, que puede llegar a la prohibición de leer el Boletín Oficial del Estado, como ocurrió en España a las ocho el día que el diario oficial publicó la orden de extrañamiento de los presos vascos. Por eso han sorprendido las recientes declaraciones a El Alcázar de Manuel Gómez Ortiz, director de Ultima Edición, el más largo de los informativos de RNE y quizá el que ha tenido mayor prestigio, ganado en la etapa anterior del programa.

No somos progubernamentales

El señor Górnez Ortiz decía al citado vespertino que «la imparcialidad de los diarios hablados es incuestionable» y que «en mi caso no hay otro techo que el incluido en la ley Antilibelo: respeto a la Monarquía, a las Fuerzas Armadas y a la unidad de la nación», para terminar mánifestando: «No somos progubernamentales». Sin embargo, EL PAIS,ha podido sa ber que en Ultima Edición existe un gran freno a la aparición de noticias de algunos partidos legalizados, como el Carlista, que se prefiere no dar noticias sobre los partidos de izquierda últimamente sacados de la ilegalidad y que se eluden noticias de incidentes con la Admínistración, como sucedió con el reciente congreso de.las Juventudes Socialistas, en cuya información se pretendía omitir que la interrupción del congreso estaba motivada por la existencia de una bandera republicana en el local.Dos exponentes más de la falta de criterio que impera en Radiotelevisión Española han sido el apartamiento temporal del director de Protagonistas, nosotros, Luis del Olmo, y las mutilaciones de varios espacios de los Servicios Informativos Especiales de Radio Nacional.

Los programas de los Servicios Informativos Especiales incomodan con frecuencia a las autoridades de Prado del Rey, y en algún caso se ha hablado de su posible transformación. Durante el mes de agosto, en que se dejaron previamente grabados algunos de ellos, Ramón Villot, jefe de programas; Juan Fernández Ortega, subdirector de Informativos Especiales, y Alfonso Martínez Berganza, adjunto al subdirector de la Radio para los Servicios Informativos, fueron responsables de diversas alteraciones en los citados programas e incluso de que se dejaran de emitir algunos de ellos, pese a que los había supervisado el jefe de los Informativos Especiales, que se encontraba de vacaciones.

En estos informativos se suprimió, por ejemplo, un espacio de media hora del programa Temas, dedicado a Asturias y se pusieron múltiples pegas a otro sobre el destape en los espectáculos de verano, cuya cinta, tras diversas vicisitudes, apareció borrada y no pudo emitirse. Uno de los encargados de censurar estos programas llegó a decir de uno de ellos, en el que se enumeraban distintas órdenes sacerdotales, como los lectores, acólitos y ostiarios, que «esta última palabra no podía aparecer en Radio Nacional». En el espacio Será noticia se censuró, una información sobre la formación de un sindicato promovido por la UCD, y en Siete días se mutilaron unas declaraciones del ministro Fernández Ordóñez.

Juan Fernández Ortega, subdirector de los Informativos Especiales, dijo a EL PAIS: «Yo no censuré los programas, sino que me Iimité a cumplir órdenes. Desde esferas más altas obligaron a cambiarlos, estando de vacaciones su director».

Alfonso Martínez Berganza, adjunto al responsable de los Servicios Informativos, manifestó a este periódico: «Las censuras obedecen a criterios que no parten de mí. Ramón Villot estuvo como responsable en esa época.» Al leerle los párrafos anteriores de esta información añadió: «No estoy totalmente de acuerdo, pero puede expresarse así».

Consultado el señor Villot sobre las mutilaciones en los informativos especiales, respondió: «De acuerdo. Asumo mi responsabilidad como director en funciones de esta casa para juzgar la oportunidad o inoportunidad de ciertos programas. Por supuesto, que no niego que yo los cortara, pues en agosto hacía las veces de director de Radio Nacional ».

Entre quienes trabajan en Prado del Rey se habla con insistencia del momento en que la Radio y la Televisión pasen a control parlamentario.

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