_
_
_
_

Aravaca: cortes masivos de tráfico y fuerte tensión entre los vecinos

Centenares de vecinos de Aravaca mantuvieron cortado el trárico de vehículos por la calle principal de la localidad durante toda la tarde y una parte de la noche de ayer, en señal de protesta por la falta de soluciones ante su reivindicación de que se abra un nuevo itinerario para el paso de automóviles que descongestione esta vía. Además se reivindica la instalación de semáforos junto a un grupo escolar donde el tránsito de vehículos implica riesgos para los escolares.

Un grupo muy numeroso de vecinos de Aravaca ocupó a las 5.30 de la tarde la entrada a la localidad por la carretera de La Coruña y después otro grupo hizo lo mismo en la salida de la carretera que vincula esta población con Pozuelo de Alarcón. En distintas ocasiones, algunos automóviles que permanecían esperando en alargada cola desde estos puntos, intentaron forzar la barrera que impedía el paso para rebasarla y acceder a sus domicilios, lo cual originó dos incidentes graves cuando grupos de vecinos zarandearon los vehículos dentro de los cuales se encontraban los conductores. En ocasiones, los automóviles experimentaron la rotura de cristales y faros, sin que se registraran lesionados, aunque en distintos momentos pudieron haberse producido mientras los vehículos sorteaban velozmente a los manifestantes y cuando éstos expresaron su enojo contra los coches.

Descongestión

En el origen del problema se encuentra el deseo, extendido entre gran parte del vecindario, de descongestionar la calle y ruta principal de Aravaca mediante la apertura de una nueva capaz de absorber la mitad de este tráfico y mitigar la contaminación. Esta vía se iniciaría en la calle de Araquil, continuaría por la de Ana Teresa, para acabar en la denominada glorieta de Pozuelo, después de atravesar el camino del Barril. Esta reivindicación, ante la cual los responsables municipales han dado versiones contrapuestas entre unos días y otros, encuentra el freno de un particular que arguye la privatividad de la calle, de Araquil y se opone a que por ella circulen otros vehículos que los de los vecinos de las viviendas de esa zona, un conjunto reducido de chalets.La otra alternativa que queda -según los testimonios recogidos allí por EL PAIS-, consiste en que a este particular se le abone el dinero que invirtió en asfaltar el primer tramo de la calle de Araquil, cuyo segundo trecho permanece cubierto de arena y sin asfaltado.

En un principio, los vecinos arguyen que desde 1960 la cuestión se encuentra planteada ante los responsables municipales, que hasta 1971 no decidieron aprobar el proyecto vecinal, siempre según estas fuentes. Sin embargo, si bien las primeras manifestaciones del teniente de alcalde indicaban que esto se había aprobado en las fechas mencionadas, posteriormente se afirmó que la calle de Araquil era particular y, por el momento, la reivindicación vecinal debía atravesar los condicionantes, antes descritos.

Cuatro horas aislada

Todo ello cristalizó en las medidas del vecindario sobre la circulación de automóviles en Aravaca, que permaneció aislada durante más de cuatro horas, si bien en ocasiones se permitió el paso de algunos autocares escolares.Alrededor de las 9.30 de la noche, y poco después de producirse el incidente del paso veloz de un R-5 matriculado en Madrid en la serie W, entre la gente, un oficial del cuerpo antidisturbios -que no llegó a intervenir- señaló mediante un megáfono que el gobernador civil estaba informado del problema y pensaba darle solución urgente, después de lo cual el grupo vecinal se disolvió tras obtener garantías de que el tráfico sería desviado por la calle de Araquil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_