La extradición del neofascista italiano Heliodoro Pomar, de nuevo ante los tribunales

Heliodoro Pomar, neofascista italiano residente en España, compareció ayer ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que deberá resolver lo que proceda sobre su extradición a Italia, acusado de presunta implicación en el asesinato del juez Vittorio Occorsio, en Roma, en julio de 1976.

Esta es la segunda vez que las autoridades italianas plantean ante los tribunales españoles la extradición del citado neofascista italiano, después de haber sido rechazada en mayo pasado la primera tentativa de «tradición bajo la acusación de que Heliodoro Pomar era uno de los dirigentes de la organización terrorista Ordine Nuovo. En aquella ocasión la Audiencia Nacional denegó la extradición de Pomar en base a que el delito de que era acusado el neofascista italiano era de naturaleza política, aparte de que éste último está pendiente de ser juzgado en España por su participación en- el montaje de la fábrica de armas descubierta en un local de la calle de Pelayo, de Madrid, en febrero pasado.Precisamente, la acusación en la que basan las autoridades italianas la segunda petición de extradición de Pomar está relacionada con la fábrica de armas de la calle Pelayo, ya que, según dichas autoridades, allí se manipuló, para impedir su identificación, el arma con la que se asesinó al juez Occorsio, hecho que, reivindicó Ordine Nuovo y cuyo autor material fue el neofascista Pier Luigo Concutelli. Según un testigo, cuyo nombre se desconoce, los preparadores del asesinato del fiscal Occorsio disponían en España de una considerable cantidad de documentos falsos y de un lugar con utensilios para la fabricación y manipulación de armas, que más tarde sería identificado como la fábrica de armas de la calle Pelayo, donde fueron enco ntradas fotografías de Concutelli, iguales al pasaporte falso encontrado al homicida.

En el acto de la vista celebrada, ayer,el fiscal se pronunció a favor de la extradición, ya que, a pesar de la intencionalidad política que pudieran revestir los hechos, se trata en definitiva de un asesinato. Sin embargo, solicitó un aplazamiento hasta que se resuelva el proceso que Pomar tiene pendiente en España por su implicación en el sumario de la calle Pelayo.

Por su parte, el abogado Juan Muñoz Campos, defensor de Heliodoro Pomar, tras calificar de execrable el asesinato del juez Occorsio, negó que su defendido participase en su comisión y afirmó que, en cualquier caso, se trata de un delito con motivación política, por lo que debe rechazarse la petición de extradición cursada por el Gobierno italiano.

Muñoz Campos afirmó también que el escrito de solicitud de extradición, es inconcreto e insuficiente a efectos de imputar a Pomar una implicación en los hechos del 10 de julio de 1977, así como que carece de fundamento la celebralción de una reunión de varias personas para acordar y resolver el asesinato, de la que no existe prueba.

Señaló asimismo el abogado que Gran Bretaña, por su parte, había denegado la extradición del italiano que está considerado como jefe de la conspiración que llevó a la muerte al magistrado italiano.