Los alcaldes
Además de la lista de posibles ministros del Interior peores-que-Martín-Villa y la lista de famosas negociables por ciento y pico mil pesetas (espero que apócrifa), hay que añadir estos días en Madrid la lista de alcaldes hipotéticos y sustitutos teóricos de Arespacochaga, lista o pandecta que anda por los mentideros quevedescos y las imaginarias escalinatas de San Felipe. Dado el material que predomina en dicha lista, yo creo que voy a iniciar una campaña de prensa para que siga Arespacochaga.
Como dijo Franco por la tele, cuando mataron a Carrero, haciendo una de sus frases broncíneas y paremiológicas:
-No hay mal que por bien no venga.
O sea que se quede Arespacochaga. Porque los primeros de la lista, por AP, son Martínez Emperador o López Bravo. El dandy cortefiel del Opus, señor López Bravo, parece que compró aire por cuenta de Hunosa, siendo ministro, porqué valoró una mina cubicando su espacio y no sus filones, que es lo que se hace. A lo mejor pensaba levantar en la mina una torre ciudad subterráneo en memoria de monseñor Escrivá. O hacerse un búnker.
Por UCD dice que van Fanjul o Calvo Sotelo.. «Vota Fanjul, vota eficacia» Pero ni siquiera habrá necesidad de votarle, porque le van a sacar a dedo. Por el PSOE están, entre otros, Peces Barba, Castellano y Gómez Llorente. A mí me ha deslumbrado Castellano, ese vagabundo del socialismo, cuando he comido con él en alguna tasca -paredaños los neofalangistas de Hedilla-, por su agudeza y su gracia. Pero llevo unos días enamorado de Gómez Llorente, que me parece la gran esperanza del socialismo y de la gonzalera, y que fuma una pipa dulzona de revolucionario tranquilo que a mí me gusta respirar, porque los que no fumamos, vivimos del humo embriagador de los que fuman la pipa de la paz marxista.
Por el PSP se habla de Tierno, con cuya alcaldía Madrid iba a cobrar un empaque greco de plazuela ateniense, educada y demócrata. Nosotros no lo veremos, te lo prometo.
El PC sacaría a Tamames o a López Salinas. Como los dos son amiguetes particulares, yo les voy a pedir una plaza de señorita guardia, que siempre queda una mejor que de respetuosa esquinera, como quiere ubicarme Ansón.
Y digo que hago campaña desde ya mismo para que siga Arespacochaga, porque los que me gustan de la lista de mutantes no van a salir, y si sale uno de los que no me gustan, va a ser una cruz empezar otra vez a crearle una imagen a López Bravo o a Fueyo, con lo que me ha costado creársela a Arespacochaga. Es corno si me cambian ahora a Camuñas, como pronosticaba yo en esta columna el otro día, don el trabajo que me ha dado este chico hasta irle perfilando como personaje en busca de su autor. Sería volver a empezar. Me lo dijo Ruano en Teide, escribiendo debajo de un tranvía, cuando los tranvías pasaban por Recoletos:
-En este oficio hay que estar empezando todos los días, joven.
Pero entonces no sabía yo que lo decía por Arespacochaga o por Camuñas. Entonces yo era núbil y canéfora. Me llama Cipe Lincovsky, que ha estrenado con éxito en King su cabaret lterario, para pedirme que le escriba algo de tema español y actual, y yo creo que le voy a escribir unos pliegos de cordel pidiendo la continuidad vitalicia de Arespacochaga, porque Arespacochaga y el Viaducto ya los tenemos seguros, pero a lo mejor viene Martínez Emperador y quiere modernizar la diosa Cibeles o refugiarla en los almacenes municipales. Yo es que mayormente no me fío.
Tengo o tendría que ir a Puertollano, a Amsterdam y a Oviedo, en plantío elocuente, y si voy a alguno de esos sitios a lo mejor me quedo, porque yo ya he sufrido la égida Arespacochaga, la égida Mayalde, la égida Arias, la égida Garcia-Lomas, y no estoy para más égidas. ¿Y por qué no un alcalde de Madrid elegido democráticamente por el personal? Bueno, a lo mejor he dicho una tontería. Ustedes disimulen.
