Comienza la segunda "cumbre" de la izquierda francesa

La nueva reunión en la «cumbre» de la Unión de la Izquierda tras el fracaso de la que se celebró el miércoles de la semana última, cuando los radicales de izquierdas la abandonaron, comenzará hoy a las dos de la tarde en si de del Partido Comunista. A pesar de las concesiones de los comunistas, las negociaciones se prevén muy duras.Los trabajos de actualización del programa común, que se reanudarán esta tarde, fueron precedidos ayer por una reunión de tres dirigentes de los partidos que integran la Unión, comunistas socialistas y radicales de izquierdas. Los líderes de estas tres formaciones, Georges Marcháis, François Mitterrand y Robert Fabre, se enfrentarán hoy con problemas muy difíciles, a juzgar por el resultado de la negociación previa.

La cuestión de las nacionalizaciones, que ya la semana pasada provocó la interrupción de la «cumbre», será una vez más el terreno en el que se va a jugar el porvenir de la Unión de la Izquierda. Según declararon ayer los comunistas y los socialistas tras negociación preparatoria, las divergencias entre estos dos partidos continúan siendo muy importantes.

El Partido Comunista (PCE) ha hecho concesiones considerables, renunciando a dos de las tres nuevas nacionalizaciones que pedía, además de las nueve que ya figuraban en el programa firmado en 1972: la firma petrolera Total y la automovilística Peugeot-Citroën, pero considera ineludible la nacionalización de la siderurgia. También se ha manifestado dispuesto a renunciar incluso a la cláusula según la cual toda empresa podría pasar al servicio público si los obreros lo pidiesen y después lo aprobara el Parlamento. En materia de nacionalización de las filiales, de los nueve grupos previstos en el programa, el PCF ha bajado de 1.008 a 720.

El Partido Socialista (PS), respecto a las mismas cuestiones, mantiene distancias que ya revelan la envergadura de las dificultades que tendrán que ventilarse para realizar un acuerdo: no admite la nacionalización de la siderurgia y las filiales que propone pasen a la propiedad pública ascienden a 94.