España estuvo a punto de ganar el partido a Yugoslavia
El partido entre españoles y yugoslavos cerró una primera jornada de estos campeonatos de Europa que no se ha caracterizado precisamente por el contento de cuantos aquí nos encontramos. La organización es rematadamente mala y los problemas que nos han surgido son innumerables hasta el punto de que se piensa hacer una protesta formal y escrita. Dudamos, no obstante, que tenga efecto alguno, ya que los belgas han demostrado muy poco interés por esta organización que la FIBA gentilmente les concedió y ni siquiera el público ha respondido, ya que en el pabellón donde se celebran los encuentros nunca ha habido más de quinientas personas.En el aspecto técnico del encuentro España-Yugoslavia se puede decir que los españoles han tenido en su mano un triunfo cuando nadie daba un céntimo por nuestro equipo. Se les ha escapado de las manos, porque en la primera parte el conjunto de Díaz Miguel ha estado tan desconocido que no parecía el mismo de hace sólo unos días en España. Hasta el punto que de un 1-10 adverso en el minuto tres se llegó a tener nada menos que 21 puntos en contra, para llegar al descanso con un 27-46 desfavorable. Díaz Miguel lo intentaba todo pero nada le daba resultado. No se acertaba en el tiro, se perdían muchos pases y tampoco se luchaba por el rebote. Excepto Prada. De la Cruz y Sagi Vela, todos los demás fueron desfilando por la cancha, pero los nervios y la superioridad del adversario les impedía desarrollar su juego normal.
En la segunda parte, todo varió por completo, Rullán y Filbá presentaron cara en la lucha bajo los tableros, los aleros atinaban desde la media distancia y los bases dirigieron con acierto. Sólo Brabender y Santillana no estuvieron a su altura habitual.
En el minuto siete ya había un 47-50 en el marcador que representaba un 20-4 parcial en la segunda parte favorable para los españoles. Ello hablaba bien a las claras de que el conjunto hispano era muy distinto al de la primera mitad. Incluso se llegó a mandar en el marcador con un 61-60 en el minuto 13. Lo que parecía imposible se había consumado. La reacción había sido fabulosa y a partir de ahí cualquiera de los dos equipos podría ganar. Lo hizo Yugoslavia con un exiguo 76-79 final, y fue justo vencedor no porque fuera superior a España, sino porque los de Díaz Miguel fueron muy inferiores a sí mismos en los primeros veinte minutos.
Victoria checoslovaca
En el partido con el que se inauguró la jornada en Ostende. Checoslovaquia venció a Holanda por 90-73, primer tiempo 44-36. La primera parte fue muy disputada.
La gran sorpresa de la jornada la constituyó Finlandia, aunque no llegara a consumarse, estuvo a punto de ganar al equipo organizador, el belga, que necesitó de dos prórrogas tras concluir el tiempo reglamentario con empate a 81 y los primeros cinco minutos suplementarios con empate a 94 para ganar el partido por el tanteo de 107-98.
Por otro lado, en el grupo de Lieja, se dieron estos resultados: Italia, 70; Francia, 59. URSS, 101; Austria, 61. Bulgaria. 88, Israel, 86.
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