Nervios y algunas sorpresas

El presidente del Gobierno y líder de la UCD, Adolfo Suárez, abandonó anoche el palacio de las Cortes con semblante tenso, aunque intentó sonreir cuando fue rodeado por los periodistas, que le preguntaron cómo se sentía. «Tranquilo, tranquilo; yo no me pongo nervioso por nada ni por nadie.» En cuanto a la indisciplina de voto del diputado Ramírez Heredia, se limitó a comentar: «Tendré que, hablar antes con él.»El señor Martín Villa salió presurosamente del palacio, procurando mostrarse relajado. « La que va a sentir esto es mi mujer, a quien no le gusta que yo continúe.» Preguntado sobre si estaba satisfecho de los resultados, contestó: «Bueno, era lo esperado, ¿no?»

Para Felipe González, el Pleno fue interesante y positivo, así como «revelador de actitudes que tienen futuro; porque en el futuro, cada uno tendrá que afrontar sus propias responsabilidades.» El hecho de haber conseguido que el Gobierno acudiera ante las Cortes a rendir cuentas le parece «un triunfo para el proceso democrático».

Muchos comentarios suscitó, en el descanso de la sesión plenaria, el fuego graneado cruzado entre los señores Pérez, Llorca, de UCD, y Guerra, del PSOE, con la réplica final a este último del propio ministro de Relaciones con las Cortes, señor Camuñas. En ciertos sectores, incluso de UCID, se comentaba que el representante de UCD había atacado innecesariamente a los socialistas, iniciando así la polémica, así como el tono hiriente de la contestación de Guerra. El más felicitado en los pasillos fue el vicepresidente segundo, Luis Gómez Llorente.

Tras las votaciones, los principales comentarios se centraron en la actitud de la minoría vasco-catalana, que no votó a favor de la moción del PSOE sobre el cese del ministro del Interior. Francisco Letamendía, de Euskadiko Esquerra, afirmó-que el PNV había actuado así como consecuencia de un arreglo con la UCD, y protestó también por la suavidad de la moción realizada por dicho parlamentario y por el hecho de que llegara incluso a retirarla. Enrique Múgica, del PSOE, dijo que el PNV había protegido al «máximo responsable del orden público en el País Vasco, y tendrá que asumir su responsabilidad por ello», y Txiki Benegas, del mismo partido, manifestó que le parecía muy grave que en una de las zonas del país más afectadas por una política de orden público, donde los muertos se cuentan por decenas, el PNV se abstuviera.

Por su parte, Xavier Arzallus, del PNV, explicó que su actitud se debía a que habían visto en el debate «una rivalidad de partidos más que cualquier otra cosa». En cuanto a las razones de que hubieran retirado su moción, dijo que estaba perdida cuando UCD había brindado «la ocasión de apoyar el espíritu de nuestra moción, evidentemente para nosotros no había elección».

También fue comentada la abstención del presidente de la Cámara, señor Alvarez de Miranda.

En cuanto al ministro señor Camuñas, dijo que el presidente Suárez no le había dicho nada importante, al ser preguntado sobre si este último se había disgustado con su réplica al diputado socialista Alfonso Guerra.