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Argelia acusa a Marruecos de torpedear la "cumbre" africana sobre el Sahara

La prensa argelina ha destacado los términos del comunicado común firmado en Madrid por el PSOE y la delegación del Frente Polisario que ha visitado la capital española, considerándolo como una contribución eficaz en la fase diplomática del conflicto en que se hallan empeñados los saharauis contra las fuerzas de ocupación marroquíes y mauritanas.Por otro lado, un comentario de la agencia de prensa argelina revela la inquietud y el desconcierto en que parece haber sumido al Gobierno de este país la decisión de Rabat de no oponerse a la celebración de la «cumbre» africana sobre el caso saharaui, en la capital de Zambia.

La nota argelina asegura que, contrariamente a la opinión de los observadores, la posición marroquí sobre el Sahara no ha variado en un sólo ápice y la misión encomendada al ministro de Asuntos Exteriores del reino alauita, Ahmed Laraki, ante el presidente en ejercicio de la Organización de la Unidad Africana. Omar Bongo, es una tentativa deliberada de sabotear la reunión de Lusaka, o, por lo menos, desviarla de sus objetivos.

El hecho de que Marruecos haya abandonado, al menos sobre el papel, la teoría del «hecho consumado» y entienda aceptar el legalismo de la OUA, es presentado aquí como una nueva maniobra de Hasan Il. En ese sentido, los argelinos son conscientes de que nada bueno puede esperarse de lo declarado por el canciller Laraki en Libreville, quien solicitó que, previamente a la «cumbre» de Lusaka, se proceda a obtener el quórum de los jefes de Estado africanos sobre la fecha y la oportunidad de esa reunión.

Para las autoridades argelinas, los fines que persigue Marruecos son evidentes: por un lado presentarse como defensor acérrimo de la Carta de la OUA y, por otra parte, recurrir maliciosamente a la letra chica del procedimiento, para aplazar la sesión extraordinaria de Lusaka o impedir que sea invitado a la misma eI Frente Polisario, a pesar de que éste haya sido reconocido por el Comité de Liberación del referido organismo, en su reunión de Maputo en enero del año pasado.

De ahí que, sin desaprobar oficialmente las recientes declaraciones del presidente senegalés, Leopold Senghor, quien preconizó un plebiscito bajo el triple control de la OUA, de la Liga Arabe y la ONU, los argelinos respondan que cualquier consulta popular debe ser precedida por la denuncia del acuerdo tripartito de Madrid y la retirada de las tropas militares de Marruecos y Mauritania.

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