Referencia positivas a la situación española en el congreso sindical británico

España fue ayer uno de los pocos motivos de optimismo para los sindicalistas británicos que hoy terminan, en Blackpool (Inglaterra), su congreso anual.En el debate relativo a la situación internacional, los delegados sindicales hablaron de la violación de los derechos humanos que se comete tanto en los países del Este como en los de Occidente, condenaron el apartheid y la tortura que se aplica en Suráfrica y concentraron sus críticas especialmente en los regímenes que operan en Uganda, Argentina, Bolivia y Chile, a los que el Gobierno laborista debería negar toda la ayuda que no sea humanitaria.

En medio de ese panorama, la referencia a España se asemejó a la evocación de un paraíso. Es tradicional que se hable de España en los congresos sindicales británicos. En los últimos cuarenta años era para mostrar solidaridad con los trabajadores que sufrían las condiciones impuestas por el Gobierno anterior.

En esta ocasión, el orador principal ha sido el de siempre: Jack Jones, ex combatiente en la guerra civil española, presidente del Comité Internacional del Congreso Sindical británico y miembro del grupo que en Gran Bretaña ha defendido durante estas cuatro décadas a los demócratas españoles.

Jones, que se retira este año de su puesto de líder del Sindicato General de Trabajadores, recordó a los sindicalistas británicos que desde el congreso del año pasado se había vivido el final de «una dictadura cruel» en España, se habían producido unas elecciones «en las que nuestros hermanos y amigos lo hicieron muy bien» y se buscan métodos para construir la democracia y para reforzar el movimiento sindical.

El veterano líder de los trabajadores británicos subrayó también las impresiones de su visita del pasado noviembre a España, 39 años después de que fuera herido en la batalla del Ebro. El espíritu de sus «camaradas» era ya entonces «triunfante». Jones está seguro de que si ese espíritu prevalece y los sindicalistas españoles consiguen la unidad necesaria, «el movimiento sindical ayudará a España de modo decisivo en su camino hacia la libertad y la democracia».

Relaciones con la UGT

La referencia de Jones a la unidad en las filas sindicales españolas es un reflejo de sus deseos. A pesar de que siempre se ha negado a intervenir en los asuntos de los trabajadores de otros países, a Jones le parece aconsejable que en España se siga un sistema de unión sindical similar al británico. En este momento es la UGT española la que mantiene relaciones fraternales con el sindicalismo del Reino Unido, aunque líderes como Jack Jones señalan que esto no significa exclusión de contactos con otras centrales.

En favor de la permanencia en la CEE

Una moción de la izquierda sindical presentada ayer para presionar en favor de la retirada de Gran Bretaña del Mercado Común fue derrotada estrepitosamente en el mismo debate en el que Jones habló de la «nueva democracia» española. Fue el propio Jones, un destacado anti-CEE, el que defendió la permanencia de su país en la organización, porque había que respetar el resultado del referédum por el que el pueblo británico ratificó, en 1975 la entrada del Reino Unido en el Mercado Común.El argumento de que es imposible mejorar desde dentro esta entidad europea, que ha creado escasez artificial de alimentos y ha encarecido los pre cios en las tiendas, no obtuvo el apoyo de la asamblea. Es demasiado pronto para marcharse, dijo Jack Jones, para alivio del primer ministro, Callaghan, que a fin de mes se enfrenta en el congreso de su partido con una moción en la que también se pone en cuestión la propia existencia de la CEE.

La resolución pro comunitaria de los delegados sindicales resume el carácter moderado que ha tenido esta asamblea anual, donde se han aprobado opciones salariales que los sindicalistas más militantes llaman conservadoras.