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Sectores del Gobiemo condicionan su apoyo a Suárez

Las informaciones sobre desacuerdos profundos en el interior del Gobierno se extendieron ayer en los círculos políticos y financieros de Madrid.Al menos dos sectores de los integrados en el actual Gabinete no parecen prestarse a una conducta incondicional respecto del presidente Suárez; socialdemócratas y liberales, con veintiséis y veintinueve escaños en el Parlamento, respectivamente, pondrían en cuestión su alianza actual dentro de la Unión de Centro si el presidente no accede a negociar con estos sectores algunos problemas considerados como claves. Así, la situación en el País Vasco, los regímenes provisionales de autonomía, la reforma fiscal, la amnistía, el conjunto de medidas para abordar el paro y la inflación, y el control de la televisión.

La posición del jefe del Gobierno parece debilitada tras el viaje a cuatro capitales europeas, pobre en resultados. Suárez parece haber quemado inútilmente una baza exterior, necesaria para el proceso de incorporación de España al Mercado Común.

Otro componente del Gobierno, el sector democratacristiano, encabezado por los señores Oreja, Lavilla y Cavero, podría sumarse de algún modo a esa reti rada de apoyo incondicional. En efecto, un portavoz destacado del ala cristiana, el actual presidente del Congreso, señor Alvarez de Miranda, acaba de mostrarse partidario de un cambio de Gobierno, a través de un Gabinete de concentración nacional.

En el plano diplomático se han producido movimientos de inquietud respecto a la línea Suárez por parte de los dos grandes apoyos -USA y Alemania- que respaldan en el terreno político y económico la experiencia democrática de la Monarquía española. En estos medios se ha considerado, en efecto, poco sustanciales y más bien improvisadas las declaraciones del primer ministro español durante su gira europea.

En general, casi todos los sectores políticos que integran la Unión de Centro (liberales, socialdemócratas y democrístianos, especialmente) han pedido al presidente Suárez que defina una línea política concreta y no meramente verbal. Línea que debe ser precisa en lo económico -para empresarios y trabajadores- y en lo político, tras el equívoco de la pretensión de crear un Gabinete de centro izquierda. Esa falta de línea política ha sido, enérgicamente cuestionada por socialdemócratas y liberales y ha encontrado algún eco en dos vicepresidentes del Gobierno.

Un sector minoritario del Gabinete parece replegado en torno a la figura del presidente: se trata del equipo de confianza, con predominio de políticos de origen nacional-falangista.

El equipo económico, encabezado por el señor Fuentes Quintana, parece observar un deliberado alejamiento de estas querellas internas.

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