Alemania Federal, gastará 37.000 millones contra el terrorismo

El Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) se propone aplicar un ambicioso programa, que costará por lo menos mil millones de marcos (37.000 millones de pesetas), para erradicar de una vez por todas el «fenómeno terrorista». Además de un presupuesto especial, que será base de conversaciones en los próximos días entre el ministro del Interior, Malhofer y el de Finanzas, Apel, el plan incluye nuevos sistemas para el «reconocimiento precoz» de cualquier brote anticonstitucional y la aprobación de nuevas leyes orientadas a este mismo fin. Se pretende que, a más tardar, la RFA quede limpia de disconformidad armada y de ideología propias de impacientes. En esta materia se ha logrado, aunque aún no formalmente -queda pendiente un encuentro del canciller con los jefes de todos los partidos del Bundestag- una rara coincidencia entre Gobierno y oposición.Hoy, viernes, los ministros del Interior de los Gobiernos regionales ampliarán detalles sobre el nuevo programa antiterrorismo y el próximo día 14 se concretarán los últimos pormenores para que el canciller Schmidt pueda darlos a corocer en la declaración del Gobierno al comienzo del nuevo año político, declaración que leerá ante el Parlamento al día siguiente.

La RFA se arma hasta los dientes contra un «puñado de terroristas», según los propios organismos oficiales. En dos años, la policía política deberá contar con 5.000 especialistas más, según el plan del rainistro Maihofer. Esta medida afecta también a la policía de fronteras que, a pesar de la protesta, hace seis meses, de algunos de sus funcionarios, seguirá cooperando estrechamente con el cuerpo de «Defensa de la Constitución», nombre bajo el cual se presenta la policía política.

La conmoción producida tras el asesinato del fiscal general Buback, a la que siguió inmediatamente la concesión de una suma de cincuenta millones de marcos para la lucha contra el terrorismo, cristaliza ahora en forma de una guerra declarada contra los núcleos armados incontrolados.

La desconfianza de los sectores democráticos del país se centra en dos factores: los proyectos de ley que presentará el ministro de Justicia Vogel al Parlamento en los próximos días y la intervención policial. contra los «lideólogos de la izquierda», que a su juicio, animen directa o indirectamente a los terroristas. Algunos sectores ultraconservadores, como refleja el juez Guenther Willms, piden que la tolerancia que. ampara a grupos marxistas radicalizados, aunque no partidarios de la lucha armada, sea sustituida por una prohibición contundente.