La extradición no puede prosperar

Los abogados de Apala Maurice Abeberry y Miguel Castells hicieron público ayer en Biarritz, en el transcurso de una rueda de prensa, que han elevado al Tribunal de Apelación de Aix-enProvence (Francia) una nueva petición de libertad para su patrocinado.El señor Abeberry puntualizó, por otra parte, que según la oficina de refugiados políticos de Francia, Miguel Angel Apalategui disfruta de dicha condición de refugiado, por lo que en ningún caso puede ser procedente su extradición.

Contra esta posibilidad vienen sucediéndose en el País Vasco numerosas manifestaciones desde hace ya una semana. El escenario de los más graves incidentes ha sido San Sebastián, donde la vigilancia policial se ha extremado hasta el punto de recordar épocas que parecían ya desaparecidas.

Pese a que las gestoras pro amnistía habían convocado ayer una manifestación de zona en la capital donostiarra, apenas unos centenares de personas consiguieron agruparse en las proximidades del Bulevar. También ayer la Policía Armada intervino con extremada dureza para impedir cualquier concentración, por mínima que fuera. A últimas horas de la noche, las calles, casi desiertas, eran cruzadas

esporádicamente por algunos grupos que, pedían libertad para Apala.

A la misma hora, unas 1.500 personas recorrían el centro urbano de Deva (Guipúzcoa) pidiendo también la libertad para Apala y otros presos vascos. En el transcurso de la manifestación, que discurrió sin incidentes ni intervención de la fuerza pública, se apoyaron peticiones alusivas a la independencia de Euskadi y la disolución de cuerpos represivos. También en Villafranca de Ordicia varios millares de personas. que habían tomado parte en una asamblea popular se ponían en marcha hacia Ataun, pueblo natal de Apala, para expresar así su solidaridad con el preso vasco.

Por lo que a Vizcaya se refiere, un millar de personas se manifestaron en Lequeitio, y unas 3.000 lo hicieron en Portugalete. Ambas manifestaciones se disolvieron sin que se hubiera registrado incidente alguno, al igual que el mitin pro Apala celebrado en Durango.

A lo largo de todas estas manifestaciones se ha apreciado una clara diferencia entre los modos policiales empleados en Vizcaya y en Guipúzcoa, más concretamente en San Sebastián. Mientras que en las demás poblaciones no se han producido episodios violentos, en la capital donostiarra se han llegado a contar más de treinta personas lesionadas de diversa consideración. Desde el momento en que el gobernador civil hizo saber que no se consentiría manifestación alguna que no hubiera sido previamente autorizada, las brigadas antidisturbios controlan prácticamente el casco urbano impidiendo cualquier agrupación de personas.

En otro orden de cosas, prosiguen, en una treintena de localidades vascas y diversos lugares del país los encierros y huelgas de hambre en solidaridad con Apala, cuya posible extradición ha dado origen a una amplia movilización popular.