Dificultades para el próximo curso escolar canario

En contra de las previsiones oficiales por parte de la delegación provincial de Educación y Ciencia, el próximo curso escolar se presenta problemático, en el sector del profesorado de EGB de las islas. Todo hace pensar que la preocupante situación de la enseñanza canaria, a nivel de Enseñanza General Básica, desembocará en un terreno de mayor conflictividad, si cabe. Conflictividad que según algunos representantes del recién creado Sindicato de maestros de Las Palmas, aún por legalizar, se manifestará de un modo crudo desde el mes de septiembre.Para empezar, diremos que a pocos días de la apertura del curso escolar 1977-78, aún no se sabe nada en relación con el nombramiento de profesores interinos. «En esta situación hemos llegado a la conclusión, han manifestado representantes del mencionado sindicato de maestros, de que entre los maestros que han aprobado las oposiciones, los que acaban este año en la escuela, y los que se han integrado de otras profesiones, para el próximo curso habrá en nuestras islas unos mil trescientos maestros parados.» De los 799 aprobados en las pasadas oposiciones, unos 164 han solicitado el traslado a la península.

Por otro lado, en la próxima asamblea general de maestros de Las Palmas, prevista para el 5 de septiembre próximo, se abordarán todas estas cuestiones, relacionadas con el paro en el cuerpo de EGB. «Tenemos la sensación de que vamos a cobrar sin trabajar, toda vez que obra en nuestro poder una carta del Ministerio en la que se garantiza el puesto de trabajo a todos los interinos.» Aparte de esa asamblea, se tiene prevista una manifestación ante el Gobierno Civil, con la finalidad de que la opinión pública conozca la grave situación de la enseñanza y los profesionales en Canarias.

Una de las alternativas que ofrece este recién creado Sindicato de maestros de Las Palmas, es la supresión de los libros de texto, los cuales serán sustituidos por trabajos elaborados por los propios maestros. Este sistema se espera que sea adoptado por más de 1.800 maestros canarios. «Con ello, se nos ha dicho, conseguiremos no sólo adecuar los textos al entorno del niño, sino evitar la sangría que significa para los padres el comprar los libros todos los cursos.» De todos modos, lo que persigue el profesorado canario es cambiar las estructuras arcaicas de la enseñanza en la provincia, en favor de una mayor calidad en la misma.