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García Ribes dimite como presidente del Sindicato de Transportes

El presidente del Sindicato Nacional de Transportes y Comuncaciones, Vicente García Ribes, ha presentado la dimisión de su cargo al Ministerio de Trabajo, horas después de celebrar una entrevista con el titular del departamento, Jiménez de Parga.La dimisión, que según ciertas fuentes sería un cese, podría estar relacionada con la conflictividad registrada en las últimas semanas en el sector del transporte, cuya inspiración y mantenimiento habría que buscarla en las estructuras del viejo sindicato vertical, que desde 1971 preside García Ribes.

Las centrales obreras han recogido con satisfacción este cese y han rememorado la figura de García Ribes como la de alguien que se opuso durante cuarenta años al movimiento obrero.

García Ribes dimitió como presidente del Sindicato Nacional de Transportes

«Ha desaparecido una persona que no significaba ya nada para los trabajadores, pero que durante cuarenta años impidió el avance del movimiento obrero en el transporte y no fue ajeno a la represión», comentó la dimisión de García Ribes a EL PAIS un dirigente de la ejecutiva del Sindicato del Transporte de UGT. En el mismo sentido se pronunció un dirigente del transporte de Comisiones Obreras.Vicente García Ribes, funcionario de la Agencia Internacional de Aduanas de la Renfe, nació en 1904 en Port-Bou (Gerona). Antes de 1939, según algunas informaciones desmentidas por él mismo y por su hijo, García Carrés, destacado verticalista del Sindicato de Actividades Diversas, perteneció a la FAI y protagonizó algún grave incidente con el cura de San Miguel de Colera. Sus actividades sindicales, según sus propias afirmaciones, se inician en 1939. Desde las filas de la Falange pasa a fundar la Organización Sindical Española, el Sindicato de Ferroviarios y, más tarde, el Sindicato de Transportes y Comunicaciones.Aparte de los numerosos cargos sindicales que desde entonces - 1939- hasta hoy ha detentado, García Carrés ha sido en razón de los mismos procurador de las Cortes franquistas en todas las legislaturas, lo que le permitió votar en contra del proyecto deley de Asociaciones Políticas, en junio de 1976.

García Ribes ha mantenido estrechos contactos con Carrero Blanco, Girón y Fernández Cuesta, en el terreno político. En el sindical o en el de los negocios son conocidas sus vinculaciones a José María Cabildo, presidente del Sindicato Provincial de Transportes cuando se produjo el asesinato de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, en enero pasado, que supuso el procesamiento como presunto autor de Francisco Albadalejo, secretario del anterior, y con Mariano Mateu, propietario de una de las primeras empresas del transporte de España y decidido promotor de patronales del ramo.La estrella sindical de García Ribes, según los trabajadores, ha seguido igual trayectoria que su estrella política en los últimos años. Su inmensa influencia en Renfe se desplomó el pasado año, según Comisiones Obreras, al aceptar la dirección negociar con un pleno de representantes de Ibrma paralela al vertical jurado de empresa. En el transporte por carretera la huelga de autobuses, los sucesos de la calle de Atocha y la paralización de 'los camiones, han minado su influencia sobre los autopatronos, que comienzan ya a desligar sus intereses de los de los grandes propietarios. La concesión de tarjetas de transporte -verdes, blancas o amarillas, según la actividad-, daban una gran influencia a García Ribes. Propietarios de camiones o autobuses tenían que trabajar para las grandes empresas que eran y son las propietarias de las citadas tarjetas y de las concesiones de rutas.

Como hombre de adhesión inquebrantable al franquismo goza de las siguientes condecoraciones: Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, Encomienda con plata de la Orden del Mérito Civil, Encomienda de la Orden de Cisneros y de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas.Entre los trabajadores circula una auténtica leyenda negra en torno a la figura del dimitido presidente.-

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