Telefonista asesinada en Coslada
El martes fue encontrada muerta en su domicilio de Coslada una mujer. Fue asesinada, al parecer, el día anterior. La víctima, María del Pilar Alija Alija, casada y madre de un niño, telefonista en la central de la calle de Don Ramón de la Cruz, presentaba indicios de haber sido estrangulada. También se apreciaron en el cadáver varias heridas producidas con una pequeña navaja que se hallaba clavada en el abdomen.La Guardia Civil, según ha informado Pyresa, busca al marido de la víctima, Ricardo de la Piedad Bajo, como presunto parricida. El matrimonio vivía separado.
En busca de suero antivíbora
El martes por la tarde ingresó en la residencia sanitaria Francisco Franco una mujer que había sido mordida por una víbora. Dado que en el hospital no existían reservas de suero antiofidios, se solicitó la colaboración de un coche patrulla de la policía trasladar el suero desde donde lo hubiere al hospital citado.
El suero fue localizado en el Hospital del Rey y el coche patrulla lo trasladó al Francisco Franco, donde se le aplicó a la herida.
Intervención de armas a gitanos
Cuatro hombres han sido detenidos por tenencia ilícita de armas. Se trata de Eduardo García Carbonell, de veintisiete años, Juan Antonio González Carbonell, de veintisiete años, Andrés Santiago Fernández, de 57, y David Santiago Navarro, de diecinueve. Los cuatro participaron en una reyerta, mantenida entre familias gitanas en el barrio de Altamira. Aunque en el transcurso de la pelea se esgrimieron numerosas armas, blancas y de fuego, no se produjeron graves daños en las personas.
La policía efectuó posteriormente una requisa en los domicilios de los participantes e intervino un revólver del calibre 22, dos cargadores con proyectiles del 7,65, cuatro sables de 1,60 metros de longitud -uno de ellos simulando un bastón-, un machete y tres cuchillos de grandes dimensiones; tres navajas, una horca con dos dientes alargados de hierro y otros objetos contundentes.
Atraco a un niño en un quiosco de prensa
Diez mil pesetas consiguió un hombre que le entregase un niño de trece años, el cual se había quedado a cargo de un quiosco de prensa mientras su padre iba a comer, en la calle de la Princesa, 70.
El desconocido amenazó con unas tijeras al niño Miguel Angel Fernández y le hizo entrar en el quiosco donde lo obligó a entregarle la recaudación. Según ha manifestado el muchacho, el desconocido tenía acento suramericano. El hecho ocurrió a las tres y media de la tarde.
