El líder del autonomismo corso, en contra de la lucha armada

Alrededor de 8.000 personas se reunieron anteayer en Furiani, villa cercana a Bastia (Córcega), en un mitin convocado por la Unión del Pueblo Corso (UPC), movimiento dirigido por los hermanos Edmond y Max Max Simeoni, destinado a promover la autonomía de la isla. Esta afluencia fue estimada por los observadores como un éxito, si no espectacular si considerable.

Durante cerca de tres horas, Edmond Simeoni explicó algunos puntos del programa que su movimiento piensa llevar a cabo para conseguir la autonomía de Córcega: censo del pueblo, con la entrega de una tarjeta de identidad a todo el que se sienta corso; creación de un banco de desarrollo con los ahorros de los insulares, que se elevarían a 3.000 millones de francos (50.000 millones de pesetas); un código para las inversiones y otro para favorecer el retorno de los exiliados.

Respondiendo a quienes le reprochan su actitud ambigua ante los movimientos extremistas partidarios de la independencia, como la UPC y el Frente da Liberación

Nacional (FLN), el doctor Simeoni se manifestó categórico: «No hay que caer en el izquierdismo infantil, ni en la agresividad inútil. La lucha armada —añadió— es imposible hoy y lo será mañana. Las acciones violentas del FLN hipotecan el porvenir y favorecen únicamente al poder.»

La izquierda ganadora

En las próximas elecciones legislativas francesas del año que viene, la izquierda recogerá el 54 % de los votos, contra un 46 % de la actual mayoría, afirma un sondeo realizado por el Instituto Louis Harris, en Francia.

Según la citada encuesta, el partido socialista obtendría con los radicales de izquierda, el 30 % de los votos, el Partido Comunista, el 21 %, y el Partido Socialista Unificado y la extrema izquierda, un 3 %.

En la mayoría el Partido de la Unión por la República (RPR), estaría en cabeza con un 21 %., los republicanos giscardianos un 19 %, los centristas demócratas (CDS) y radicales de la mayoría, un 6 %.