_
_
_
_
_
GENTE

Peter Gause,

estudiante alemán que pasaba sus vacaciones en Burdeos, hizo una apuesta con un amigo, para saber quien era capaz de cavar un agujero más grande. Peter, de veintitrés años, cavó un agujero de 2,5 metros, pero cuando se encontraba dentro del mismo, se desprendió la tierra que había extraído y murió allí mismo. Sin quererlo, el estudiante había cavado su propia tumba.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_