El arzobispo o la independencia chipriota
Mijhail Cristodoulou Mouskos, ordenado sacerdote de la Iglesia ortodoxa con el nombre de Makarios, nació en 1913 en Panayia, Chipre.De origen humilde, a los 13 años ingresó en el monasterio principal de Chipre, donde se hicieron cargo de su educación. Tras realizar los estudios secundarios en el Liceo de Nicosia, fue enviado a la Universidad de Atenas, donde siguió cursos de Derecho y Teología. En 1946 fue ordenado sacerdote, prosiguiendo sus estudios de teología en la Universidad de Boston (USA). Regresó a Chipre en 1948 y fue elegido obispo de Citium. Desde este momento, la vida de Makarios quedó encadenada a la historia de la independencia de Chipre.
En 1950 es elegido bajo el nombre de Makarios III, arzobispo y etnarca de la isla. El nuevo arzobispo emprende inmediatamente una intensa campaña por la autodeterminación de Chipre. Acepta los servicios del general Grivas, oficial griego de origen chipriota, quien, a la cabeza de la EOKA (Organización Nacional de Combatientes Chipriotas) inicia en la noche del 1 de abril de 1955 la lucha armada por la independencia de Chipre; todas las poblaciones importantes de Chipre son sacudidas por grandes explosiones mientras que las consignas de Grivas son distribuidas por todo el país. Los esfuerzos de Makarios van dirigidos a la Enosis, o unión con Grecia. Los ingleses, dueños de la isla, ante la amplitud de la insurrección deciden convocar una conferencia tripartita en Londres junto con Grecia y Turquía, pero sin la participación de los líderes chipriotas. Gran Bretaña comienza a jugar a partir de entonces la carta turca: la minería turca en Chipre se siente amenazada por el proyecto de la Enosis, ello será origen de todos los posteriores conflictos en la isla de Chipre.
El 5 de marzo de 1956 el Gobierno de Londres deporta a Makarios a las islas Seychelles, de donde no regresaría hasta marzo de 1959, después de que Gran Bretaña accediera a la independencia de Chipre. Poco tiempo después, el 13 de diciembre de 1959, Makarios es elegido presidente de la República chipriota, que proclamarían independiente el 16 de agosto de 1960.
En el invierno de 1963 estallaron las rivalidades entre la comunidad griega de la isla, que constituye más del 70 % de la población, y la minoría turca. La ONU envió un contingente de fuerzas para pacificar Chipre, pero la tensión entre ambas comunidades seguiría latente hasta nuestros días.
Makarios propone a la comunidad turco-chipriota una revisión de la Constitución que preveía una integración del ejército y de la administración para lograr la fusión de ambas comunidades. Los chipriotas turcos y el Gobierno de Ankara se muestran hostiles a este proyecto. Después del golpe de Estado de los coroneles griegos, el 21 de abril de 1967, el presidente Makarios aparece como símbolo de la resistencia a la dictadura de los nuevos dirigentes de Atenas. Estos últimos contraatacan apoyando la acción del general Grivas, quien, tras entrar clandestinamente en Chipre, en octubre dé 1971, inicia una serie de acciones terroristas, dirigiendo la EOKA-B, para derrocar a Makarios. El 8 de marzo de 1970 y el 7 de octubre de 1973, el presidente chipriota sufre dos atentados de los que logra salir ileso En febrero de 1973, sostenido por los coroneles griegos el Santo Sínodo de Chipre destituye a Makarios de sus funciones eclesiásticas, pero éste declara la no validez de esta decisión.
El 8 de febrero es reelegido presidente de la República por un mandato de cinco años. Año y medio-después, el 5 de julio de 1973, intuyendo un golpe de Estado militar, Makarios exige a Atenas retire a sus oficiales encuadrados en la Guardia Nacional Chipriota. Diez días más tarde, los coroneles griegos deciden eliminar a Makarios ordenando a la Guardia Nacional tomar el palacio presidencial. Makarios logra huir y refugiarse en el extranjero. En Nicosia es nombrado presidente de la República el oficial Sampson. Durante su exilio denuncia a la Asamblea de las Naciones Unidas la injerencia de los coroneles griegos en los asuntos internos de Chipre y la invasión de su país por el ejército turco. Este había invadido el norte de la isla llegando a ocupar, tras intensas luchas, hasta un tercio de la misma.
El 23 de julio, la Junta de Atenas, totalmente desprestigiada al no lograr contener el avance de los turcos, es derrocada. Los chipriotas griegos se volvieron hacia Makarios, quien entró triunfalmente en Nicosia el 7 de diciembre de 1974. El presidente chipriota acusó a Estados Unidos y al entonces secretario de Estado Henry Kissinger de haber promovido la invasión turca y trató de que Chipre saliera de la OTAN y se acercara a la Unión Soviética.
Su Gobierno rehízo la economía chipriota con sorprendente rapidez y dio albergue a los 200.000 refugia dos greco-chipriotas de la zona norte ocupada por los turcos. Envió delegaciones a las conversaciones de paz patrocinadas por la ONU, pero las sesiones se suspendieron por la intransigencia de Makarios, según comentaron algunos diplomáticos occidentales. A principios de 1977, el arzobispo dijo que estaba dispuesto a hacer concesiones a los turcos. En enero se entrevistó con el líder turco-chipriota Rauf Enktash. Pero en la conferencia de Viena, en marzo, no se apreciaron síntomas de flexibilidad por ninguna de las dos partes. En abril de 1977 Makarios sufrió un leve ataque cardiaco mientras celebraba los oficios del Domingo de Ramos. En sus últimos años comentó entre sus amigos íntimos de retirarse a un monasterio de las montañas. Pocos creyeron lo que decía. Makarios, como los obispos feudales, gozó del uso d el poder hasta el final.
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