Se agrava la situación en los puertos pesqueros de Galicia

Mientras los pescadores del norte de la Península han acordado aceptar la redistribución de licencias pesqueras -con las 124 que otorga la CEE- y la mayoría de buques se reincorporan a sus caladeros habituales, en los puertos gallegos se han agravado las disensiones entre los marineros y armadores y patronos. Asimismo, se ha producido una ruptura entre las dos principales centrales en disputa en el conflicto. Nuestro corresponsal en La Coruña, Perfecto Conde, nos da cuenta de los últimos acontecimientos.Definitivamente, se enfrentaron en dos posiciones los sindicatos que están sosteniendo en La Coruña el conflicto de los pesqueros del Gran Sol. El Sindicato Galego de Traballadores do Mar, las Comisios Mariñeiras de Galicia y el Sindicato Libre de la Marina Mercante apoyan decididamente la continuación del paro en tierra, mientras el Gobierno no ofrezca garantías claras de que se puede faenar libremente. Por el contrario, el Sindicato da Pesca Galego y el Sindicato Mariñeiro de la UGT decidieron negociar con los armadores y no responsabilizarse de la situación que puedan crear las medidas adoptadas por estos últimos.

Toda la jornada de ayer siguió marcada por una creciente y enconada competencia sindical, que, en muchos casos, continúa confundiendo e irritando a un considerable sector de los marineros coruñeses. Por la mañana, la asamblea de puerto acordó negociar tres puntos con los armadores como exigencia mínima para embarcar de nuevo. La readmisión de todos los posibles despedidos y que no se aplique ningún tipo de sanción, la garantía de que se perciban salarios mínirnos en caso de apresamiento (30.000 pesetas mensuales) para los marineros y 40.000 para las categorías superiores) y aceptación de una comisión mixta que establecería día y condiciones para el embarque y negociara las futuras condiciones de trabajo.

Más de trescientos marineros reunidos en asamblea en la Casa del Mar aprobaron por inmensa mayoría la continuación del paro y la decisión de entrar en contacto con el movimiento portuario de Vigo y de todo el Cantábrico.

Por otra parte, la UGT se mostró decididamente partidaria de negociar con los armadores y acordó con el Sindicato da Pesca Galego no responsabilizarse de lo que pueda pasar por la ruptura de negociaciones.

La violencia apareció, por lo demás, por primera vez en el conflicto. Un marinero fue agredido por un piquete y tuvo que ser atendido en la clínica de la Casa del Mar. En relación con este caso, la policía practicó dos detenciones. En la misma asamblea de la tarde hubo conatos de agresión, Algunos barcos se hicieron ayer a la mar y todo parece indicar que más de un tercio de la flota se encuentra embarcada.