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Vecinos de Amorebieta desarman a un grupo de provocadores

Una comisión de vecinos de la localidad vizcaína de Amorebieta se personó hacia la una de la tarde de ayer en el juzgado de Durango para hacer entrega de dos pistolas, con su correspondiente munición y varios documentos que habían sido ocupados la noche anterior a un grupo de personas que califican como provocadores. Hacia las cuatro de la tarde se presentaba asimismo en el Ayuntamiento de Amorebieta una denuncia formal por provocación contra el citado grupo, y una asamblea popular decidía poco después crear servicios de orden para que no puedan volver a repetirse hechos como los acaecidos desde que comenzaron las fiestas patronales, hace cuatro días.El malestar en el pueblo se inició aun antes de que empezasen las fiestas, ya que muchos vecinos consideraron como una provocación que el Ayuntamiento adornase las calles con profusión de banderas españolas en medio de un olvido total de la ikurriña. Este malestar inicial se tradujo en un escrito, pero los verdaderos problemas en la calle darían comienzo en la madrugada del domingo pasado.

Hacia las dos y media de ese día -siempre según la versión popular-, jóvenes de la localidad persiguieron por la travesía de Celayeta a un grupo de unas seis personas que efectuaron tres disparos al aire antes de darse a la fuga y esconderse en las inmediaciones del matadero municipal. Apenas hora y media después -cuatro de la madrugada del domingo- varios desconocidos descendieron en las proximidades del bar Bizkargi de un Seat 1430 color crema, matrícula H-9809-A. Tras enfrentarse con quienes deambulaban por -la zona, esgrimieron sus pistolas al grito de Viva España, aunque no llegaron a disparar, antes de darse a la fuga.

Ese mismo domingo, media docena de jóvenes que se habían instalado en un burladero de la plaza de toros portátil, fueron sacados por la fuerza después de que se hubieran dedicado a insultar a los componentes de una cuadrilla que se disponía a intervenir en el festejo taurino. Con todo, el incidente más grave, que motivó ayer la presencia de los vecinos en el juzgado y la presentación de una denuncia, ocurrió a primeras horas de la madrugada de ayer, al finalizar la tamborrada, a eso de la medianoche. Una cuadrilla observó que era seguida por unas ocho personas que, a su entender, mantenían una actitud de enfrentamiento con los viandantes.

Cuando se encontraban en la calle del Carmen, frente al bar Bikaribi, la cuadrilla de jóvenes rodeó a sus presuntos perseguidores y les preguntó si eran policías, a lo que éstos contestaron negativamente. Dos de ellos fueron identificados desde el primer momento por varios de los jóvenes que les .habían rodeado. Al decir que no eran policías procedieron a cachearles, al tiempo que les exigían la documentación. Parece ser que en el transcurso del incidente se registraron forcejeos y golpes, al negarse algunos a entregar sus documentos y a ser cacheados. Finalmente, dos miembros del grupo dijeron ser policías.

A los integrantes del citado grupo les fueron ocupados, entre otros, los siguientes objetos: una pistola Astra, especial, calibre 38, con seis balas en el tambor sin recubrimiento metálico y una recortada; una pistola Astra del nueve largo, con su cargador de munición completo, un papel con una extraña cita en el punto «Z», un documento de identidad y carnet de conducir a nombre de Jesús María Molina Moure, de veintitrés años, y una tarjeta de visita de la cafetería-Martins, de Bilbao, a nombre de José María Arregui Mintegui. Todos los efectos fueron depositados ayer en el juzgado de instrucción de Durango.

Puestos al habla con el secretario general de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, se nos confirmó que efectivamente un funcionario de policía y al parecer otro policía armado, formaban parte del grupo que fue cacheado y agredido, según esta versión oficial. También se nos dijo que carecían por el momento de más datos, ya que el gobernador de Vizcaya había ordenado a la Guardia Civil que instruyese diligencias sobre el suceso y que éstas habían sido encomendadas al capitán de Guernica, a cuya jurisdicción pertenece la localidad de Arnorebieta. Estas diligencias participan del secreto sumarial, por lo que no fue posible obtener nuevos datos oficiales, ya que la Policía Municipal negaba por su parte tener noticia alguna acerca de lo ocurrido.

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