Comunistas y Alianza Popular votaron juntos contra PSOE y UCD
La pugna entre las mayorlas y las minorías se manifestó desde el pri mer momento del debate, en el que Unión de Centro Democrático (UCD) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)jugaron el papel. de la contención y la mode ración, mientras las fuerzas mino ritarías mostraron una mayor agre sividad oratoria, hasta el punto de, que el presidente de la Cámara, Fernando Alvarez. de Miranda -que tuvo una actuación muy bondadosa, pero carente de peri cia- rogó en algún momento que no se hicieran valoraciones de otras fórmaciones políticas.Francisco Letamendía, de Euzkadizko Ezkerra, acababa de aludir al peligro de que se creen en las Cortes dosjuanespalomos y que «el pez grande se coma al chico», olvidando la realidad del Estado español, que es -dijo- « multinacional». -Las dos posiciones encontradas a lo largo de la segundajornada del Congreso de Diputados fueron las de las fuerzas -políticas con escaso número de diputados -que solicitaron un mínimo de diez a cinco, más tarde unificado en cinco- y la de los dos bloques mayoritarios, coincidentes en la propuesta del PSOE, consistente en un mínimo de quince diputados.El debate, que permitía dos turnos a favor y dos en contra de cada una de las siete propuestas formuladas, fue fijado por el presidente en un máximo de tres horas, y las intervenciones en una duración de cinco minutos.Como nota.curiosa, al término de las intervenciones de los diputados pertenecientes a sectores minoritarios del Congreso, proliferaron los aplausos -práctica habitual en los plenos de las Cortes orgánicas y que, al parecer, no solía producirse en las tradicionales Cortes democráticas-, mientras que los diputados del PSOE y UCD no aplaudieron a sus parlamentarios. Felipe González explicó en los pasillos el deliberado tono frío de la actitud y las intervenciones del PSOE, que no deseaba calentar la Cámara, sino utilizar exclusivamente argumentaciones. Por otra parte, Felipe González desmintió a EL PAIS el rumor insistente sobre un propósito del PSOE de explicar al Congreso la razón de la ausencia de las Cortes durante cuarenta años. «¿Pero quién se ha inventado eso? Ya verá como no», nos dijo~el líder del PSOE.Abrió el fuego de la oratoria parlamentaría Manuel Fraga. Aludió a la importancia de las normas reglamentarias, similar a la de las constitucionales, y anunció que su grupo se uniría a las propuestas de un mínimo por debajo de los diez diputados. En favor de la propuesta del Partido Socialista Popular (PSP) y del Partido' Socialista de Aragón, (PSA), se manifestó Raúl Morodo, quien aludió a la importancia de las minorías y defendió el mínimo de cinco diputados, como coherente con el principio de proporcionalidad propugnado por la Oposición democrática, y conveniente para evit.ar un bipartidismo peligroso, tratándose de unas Cortes Constituyentes. El PSP proponía el mínimo de cinco diputados para las fuerzas que presentaron candidatosen má s de veinticinco distritos o en todos los de una nacionalidad o región. Emilio Gastón, del PSA, se adhirió a esta posición. Jordi Solé Turá, del Partido Socialista Unificado de Cataluña, insistió en la necesidad de que todas las voces sean recogidas y se mostró contrario a los criterios mecánicos de mayorías y minorías. En la misma línea, Ramón Tamames, del Partido Comunista de España (PCE), se opuso al proceso de concentración ideológica iniciado en la sesión anterior, con motivo de la formación de las mesas interinas. La minoría comunista defendió un mínimo de cinco diputados para poder constituir un grupo parlamentario, propuesta que más tarde fue sometida a votación, tras ser aceptada por el resto de las minorías. Manuel Fraga la calíficó como «la más sencilla y la que votaríamos», minutos antes de componer con Carrillo, en los pasillos, una estampa más de la reconciliación nacional. También Josep Verde, de Pacte Democratic per Catalunya, y Heribert Barrera, de Esquerra Republicana de Catalunya, expresaron la conveniencia de que no se penalice a los grupos regionales, ni se impulsen más marginaciones de las existentes. La propuesta del Partido Nacionalista Vasco la defendió Juan Ajuriaguerra, quien aludió a la consideración del ámbito territorial, de forma que las.fuerzas que ha-van obtenido 250.000 votos, o el 25% de los escaños de una nacionalidad o región, tengan derecho a la Constitución de un grupo parlamentario. Xavier Arzallus, del partido, apoyó esta, posición.No se produjeron intervenciones en contra de las minorías.
El PSOE niantiene el minimo de quince
Alfonso Guerra, en nombre del PSOE, recordó que la voluntad popular, que debía. respetarse, había votado a unas fuerzas a gran distancia de otras. Anunció que, por lo que respecta a la presencia de las formaciones políticas regionales y de las nacionalidades, el PSOE anunciaba que presentaría una moción para que en la comisión de reglamento se asegurara su presencia.
Más tarde, Felipe González explicaba a un grupo de periodistas el propósito de su partido de lograr, como complemento al mínimo de quince diputados, la modificación de las normas de la presidencia, a fin de permitir la presencia en la comisión (le Reglamento de las fuerzas regionales presentes en la Cámara. La fórmula que ofrece el PSOE evita cuidadosamente dar facilidades a los diputados de una misma region, con disciplina de partido a nivel del Estado, para que se constituyan en grupo parlamentario. El objetivo es, parece, evitar tensiones dentro del propio bloque del PSOE.
A favor de la propuesta del PSOE se manifestó Martín Oviedo, de UCD, quien aludió a la existencla del derecho de voz y voto para todos los diputados, complementado con la posibilidad de integrarse en un grupo parlamentario mixto, cuando se trate de menos de quince diputados.
En réplica a la propuesta del PSOE, Antonio Gutiérrez Díaz, del Partido Socialista Unificado de Cataluña, destacó la necesidad. de tener en cuenta a los grupos regionales en las Cortes Constituyentes y recordó que «desde ayer aletea en el hemiciclo el peligro de la bipolarización». Felicitó al PSOE y a la UCD, y apeló seguidamente a su responsabilidad.
En la segunda réplica, Miquel Roca Junyent, del Pacte Democratic per Catalunya, advirtió al PSOE del peligro de que una mínoría penalice a otra minoría.
El procedimiento de votación a seguir originó una controversia entre quienes -PSOE y UCD- preferían la votación ordinaria y los grupos minoritarios,- que deseaban votación secreta. Salió a relucir el reglamento supletorio, el de las Cortes orgánicas, y en función de él, los señores Roca y Canyellas arrancaron del presidente, indeciso, que aceptara la solicitud de más de cincuenta «procuradores» -así lo dice el reglamento citado, aunque alguien gritó: «no, diputados»- para que la votación fuera secreta. Fueron 72 los que se pusieron en pie para pedirlo, entre ellos, rompiendo la.disciplina de voto, al menos, Federico Mayor Zaragoza y Juan Eche-V'arría, de UC13.
La propuesta del PCE, asumida-por las restantes minorías- obtuvo 67 votos favorables, cinco en contra y 264 en blanco (estos últimos los del PSOE, más muchos de UCD, arrastrado a la abstención por el partido socialista mayoritario).
La segunda propuesta, la del PSOE, obtuvo 253 síes, contra 61 votos en contra -las minorías- . y diez en blanco, al parecer.de algun.os disidentes de UCD y PSOE, aunque el voto secreto no permite asegurarlo.
Por último, la propuesta del PNV ponsiguió 47 votos a favor, ninguno en contra, 274 en blan~o y un voto nulo.
Terminadas las votaciones, el presidente, Fernando Alvarez de Miranda, anunció que la sesión se levantaba y que se convocaba para el día 26, con objeto de que puedan constituirse los grupos parlamentarios, en el plazo señalado de cinco días hábiles.
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