Inminente subida de todos los productos energéticos

Los precios de la electricidad, el, fuel, la gasolina, el gasóleo, las naftas, el gas, y demás productos energéticos, sufrirán en muy breve plazo, probablemente a partir del miércoles, una revisión al alza derivada del impacto que la depreciación de la peseta tiene sobre el coste de las importaciones energéticas. Estas importaciones (petróleo, gas, carbón y combustible nuclear) previstas a principios de año en un valor de 5.200 millones de dólares, pueden pasar a unos 5.700 millones de dólares.

Las primeras medidas complementarias y consecuentes con la devaluación, sometidas en este momento a estudio y discusión del Gobierno, comenzaran a po_. nerse en vigor la próxima semana, inmediatamente después de la reunión del Gabinete, inicialmente prevista para el miércoles.La modificación de los precios de los productos directamente afectados por la depreciación de la peseta constituirá la primera medida adoptada. El Gobierno parece decidido, en cumplimiento de sus objetivos programáticos, a practicar una política realista de precios y a huir de bonificaciones o subvenciones que no sean necesarias o no reúnan la suficiente transparencia.

En concreto, el miércoles pueden aprobarse los nuevos precios para los productos energéticos. En este cairipo es donde se ha producido un mayor impacto, inicialmente inevitable, por la depreciación. Según el Plan Nacional de Combustibles, aprobado por el Gobierno anterior para 1977, el abastecimiento energético en el presente año debía costar 5.200 millones de dólares. Teniendo en cuenta que estamos en la midad del año, y que la subida del precio de los crudos sauditas y de los emiratos se- compensa en parte por la renuncia al aumento proyectado por los otros países exportadores, el coste del abastecimiento energético sin depreciación podía ascender desde ahora hasta fin de año a unos 2.750 millones de dólares. La depreciación supondrá un coste adicional en pesetas del orden del 24

A la Yista de la situación del déficit presupuestario, que no ha sido aún devaluado oficialmente, pero que se estima puede llegar a 200.000 millones de pesetas, el Estado no va a renunciar a ninguna parte de su renta. Los aumentos de costes serán repercutidos directamente sobre los precios al consumidor.

La proporción de esta repercu-

sión dependerá en parte del ajus

te de los precios en vigor con los

que se consideran reales para los

distintos productos. En este se . n

tido, parece lógico que el fuel au

mente su precio en mayor por

centaje que la gasolina.

Otro factor que está bajo consideración del Gobierno es el de modificación de los precios dentro de un plan de riguroso ahorro. Las disposiciones en este sentido pueden tardar varios meses en prepararse, pero es previsible que esta idea cuente a la hora de redondear los nuevos precios de la electricidad, el gas, la gasolina, el fuel, etcé tera.