Violentos choques entre la policía londinense y sindicalista

Unos 15.000 manifestantes y 4.000 policías británicos se enfrentaron violentamente ayer en Londres, en el curso de una protesta sindical. Hubo treinta heridos, la mitad de ellos agentes del orden, y unas cincuenta personas fueron detenidas. Los incidentes ocurrieron en la vecindad de los laboratorios Grunwick, cuyo empresario se niega a reconocer un sindicato al que un alto número de sus trabajadores quisieron asociarse y por lo que fueron expulsados del empleo. La disputa dura ya 47 semanas y se ha tomado como un símbolo de la lucha del movimiento sindical británico.

Los enfrentamientos se iniciaron cuando los autobuses que transportan a los trabajadores de la factoría intentaron cruzar los piquetes, a primeras horas de la mañana. La calle fue escenario entonces de una batalla campal, cuyo dramatismo fue subrayado por los gritos de protesta de los manifestantes contra los policías y luego por los heridos que hubo en uno y otro bando.A la manifestación de ayer acudieron sindicalistas de todo el Reino Unido. La situación se ha venido agravando en Grynwick en las últimas semanas. Aparte de los numerosos enfrentamientos violentos, la disputa sindical ha tenido efectos en otros sectores y, por ejemplo, ha detenido la producción de algún periódico que criticaba a los huelguistas y ha causado la suspensión de empleo de carteros que se negaban a colaborar con la compañía.

Si la izquierda británica ha querido capitalizar el conflicto de Grunwick, la derecha también ha intentado hacer lo propio. El empresario que está en medio de la disputa está apoyado por una entidad denominada Asociación Nacional por la libertad, notoria no sólo porque a preside Robert Moss, un periodista al que se asocia con regímenes del carácter de Pinochet, sino porque hace cuatro meses consiguió desbaratar un ,boicot posta que los carteros británicos querían aplicar a la República Surafricana.