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Toros con trapío, mansos y broncos,de Martín Marcos

La primera de las corridas veraniegas de Madrid ha respondido plenamente a lo que se esperaba, a lo que siemlpre son éstas corridas: ganado duro, impresionante de trapío, y bronco, muy bronco. Los toros de Marín Marcos, carifoscos, y enmorrillados, han salido tremendaniente mansos, y además, llegaron a la muleta difíciles, algunos imposibles, pues desarrollaron sentido. Con éste género, el toro de edad e íntegro de pitones, que tiraban unos tornillazos que daban pavor, todo lo que hicieron Sánchez Guerra y Benítez tuvo mérito calidad.Confirmó la alternativa Justo Benítez, y el turolense toreó de capote con soltura y estimables maneras, sobre todo, en las medias verónicas. Pero lo mejor de su actuación, lo logró con las banderiIlas: es un banderillero sobrio, fácil y seguro, no hace concesiones a la galería, se deja ver, llega a la cara del toro, cuadra y se asoma al balcón; aún estando bien, muy bien, no es un banderillero perfecto, pues le falta salir de las suertes con limpieza. Pero banderillea mejor que muchos que van de feria en feria.Al primero le aguntó, impávido, coladas y gañafones y lo mató de estocada arriba. En el sexto, que se vencía por el pitón derecho, le sacó estimables derechazos y bajaron los naturales, tiraba bien del toro, pero faltó remate.

Plaza de Las Ventas

Cinco toros de Marín Marcos y uno de Camaligera, lidiado en cuarto lugar: magníficos de presencia, serios, hondos, astifinos, mansos y difíciles desarrollaron sentido. El cuarto, devuelto por supuesta cojera, fue sustituido por el de Camaligera.Raúl Sánchez: Palmas y saludos. Aviso, silencio. Antonio Guerra: Silencio Silencio. Justo Benítez; que confirmó la alternativa: Vuelta. Vuelta. La corrida fue a beneficio de la Mutualidad de Funcionarios de la Diputación. Raúl Sánchez, fue cogido al entrar a matar al cuarto toro y sufre luxación de clavícula y un puntazo cottido en la cara interna del muslo derecho; pronóstico reservado.

Con evidente falta de sitio, pero muy valiente y con oficio, vimos a Raúl Sánchez; a base de valor y de aguante, sacó a sus dos difíciles enemigos, series muy estimables.

Su primero se podía haber toreado mejor en tablas, pero Raúl en el tercio, despreció derrotes y porfió con denuedo. El cuarto fue devuelto por supuesta cojera; el sobrero de Camaligera fue un auténtico mulo, al que Raúl consiguió meter en la muleta, a fuerza de exponer, hubo un derechazo largo y templado. Al entrar a matar fue volteado aparatosamente; conmocionado, entró a matar en un alarde de pundonor.

El tercer toro, renqueaba de la mano derecha, sin embargo, derribó con estrépito en la primera vara, se fue arriba y fue el más manejable en la muleta. Antonio Guerra, a este toro, le muleteó valeroso, de rodillas, y siguió de pie, vulgar. Al quinto le hizo una faena embarullada, dio pases en todos los terrenos, siempre detrás del toro. Torero sin calidad, pero de una sincera entrega.

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