Varios trenes han resultado apedreados
La muerte del niño de nueve años, Joaquín Vitoria, ocurrida el 1 de julio al ser atropellado por un tren, ha creado un fuerte clima de tensión en Getafe, donde se han producido manifestaciones de hasta 8.000 personas, fuertemente atajadas por las fuerzas de orden público. La comisión de vecinos encargada de pedir el permiso para la manifestación, que fue denegado, y diversos partidos políticos implantados en el pueblo, han solicitado la dimisión del Ayuntamiento, y la adopción urgente de medidas que eviten la repetición de casos similares.El 1 de julio, el niño Joaquín Vitoria se encontraba jugando cerca de su casa, en la calle del Ferrocarril, cuando fue arrollado por un tren de la línea Madrid-Badajoz, cuyo tendido atraviesa por medio del casco urbano de Getafe. El niño murió instantáneamente.
Ese mismo día se formó una comilión de vecinos que comenzó las gestiones para subsanar la situación de peligro que supone la existencia de la vía. Sus componentes quieren recordar a la opinión pública la falta de condiciones de seguridad, como serían la colocación de vallas, pasos elevados o subterráneos, señalización, etcétera, denunciados en varias ocasiones anteriores.
La comisión se presentó en la mañana del lunes en el Gobierno Civil, solicitando permiso para celebrar una manifestación pacífica de duelo después del sepelio. El señor Rosón no pudo recibirlos, y fueron atendidos por el secretario de Orden Público, quien finalmente denegó el permiso. Tampoco se consiguió tener una entrevista personal con el gobernador.
Ayer, unas 8.000 personas acudieron al entierro, en, un clima silencioso pero de fuerte tensión, bajo la vigilancia de la Policía Armada. Después del entierro comenzaron los gritos pidiendo la dimisión del alcalde.
La fuerza pública cargó, y durante tres horas menudearon las carreras, los enfrentamientos directos con algunos grupos de vecinos que recurrieron a las piedras como arma arrojadiza. Se produjeron varios heridos de diversa consideración.
Sin explicaciones
La comisión pidió al alcalde de Getafe, Angel Arroyo, que diera explicaciones públicas de las gestiones municipales tendentes a subsanar las deficiencias de seguridad. El señor Arroyo no admitió la posibilidad de dimitir, y se negó a dar explicaciones directas a la población en esos momentos. La comisión ha decidido convocar asambleas diariamente, a las ocho de la tarde, en la plaza de Tirso de Molina, en el barrio de la Alhóndiga seguidas presumiblemente de manifestaciones, para las que tampoco se han concedido permisos.
A la vista de los hechos, tanto los vecinos como los partidos políticos siguientes, Movimiento Comunista, Organización Revolucionaria de Trabajadores, Partido Comunista, Partido Socialista Obrero Español, Partido Socialista Popular y Partido del Trabajo, han redactado varios escritos a la opinión pública, en los que exponen su adhesión a las reivindicaciones mencionadas antes, y apoyan la petición de dimisión del alcalde.
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