USA endurece su posición contra el racismo en Africa

Con una severa advertencia contra el régimen racista de Africa del Sur, la Administración de Carter ha definido, por primera vez, su política africana. El secretario de Estado, Vance, condenó el sistema de apartheid y anunció un inevitable deterioro entre las relaciones de Washington y Pretoria si continúan con su política «basada en un sistema de dominación racial».La declaración de Vance se produjo precisamente en vísperas de la asamblea de la Organización para la Unidad Africana que se celebra en Libreville y ante un público mayoritariamente negro en San Luis.

El secretario de Estado aprovechó para criticar la anterior política africana de las administraciones de Nixon y Ford con una clara referencia a la política negativa de Kissinger «que buscaba oponerse exclusivamente a la penetración cubana y soviética en Africa sin ocuparse para nada del continente hasta que se detectó la intervención cubana en Angola».

Vance señaló que su país defende la independencia de Namibia según las resoluciones de la ONU y apoya activamente la iniciativa británica de llevar a cabo un arreglo negociado de la crisis de Rodesia.

Entre aplausos entusiastas de los miembros de la «Asociación para el progreso de la gente de color» concluyó su declaración afirmando que «he oído sugerencias de que deberíamos apoyar a los Gobiernos blancos de Africa del Sur porque éstos son anticomunistas. De hecho, la negación constante de la justicia racial en el sur de Africa favorece las posibilidades de intervención extranjera». Y como prueba del interés de Estados Unidos por el continente africano, y para que no todo quedara en amenazas ante la celebración de la asamblea de la OUA, el secretario de Estado norteamericano anunció que la ayuda económica de su país a Africa sería en 1978 de 450 millones de dólares, lo que supone el doble de la cifra empleada en 1976.