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La OUA, contra la estrecha colaboración entre Alemanía Federal y Suráfrica

A propuestas de su comisión política, la conferencia en la «cumbre» de la Organización de Estados Africanos (OUA), que se reunirá a partir del sábado en Libreville (Gabón), condenará de nuevo la colaboración de la República Federal de Alemania (RFA) con la República Surafricana en el terreno de los armamentos y de la tecnología nuclear. Un portavoz del Ministerio para el Exterior manifestó ayer que el Gobierno «ha acogido con extrañeza» este hecho. Según el mismo portavoz, un memorándum del Gobierno federal al secretario general de la OUA en enero de este año contradice los reproches sobre los que se funda la mencionada propuesta en el aspecto nuclear.Por otro lado, la información dada a conocer el pasado miércoles, según la cual las garantías a la exportación a Suráfrica concedidas por la República Federal de Alemania han aumentado de 656 a 2.700 millones de marcos, ha sido acogida con marcados signos de confusión en los círculos ministeriales en Bonn.

Estas garantías son concedidas por la aseguradora Hermes, una empresa federal, a operaciones de exportación hacia regiones en las que, por razones económicas o políticas, existe un factor de riesgo para la firma exportadora. El incremento espectacular de las citadas garantías ha sido dado a conocer por el Centro de Información sobre Africa del Sur (ISSA). En los documentos de este centro se enumeran, además, proyectos de gran dimensión de empresas alemanas. El más destacado entre ellos es el Sasol II, un plan de 2.000 millones de dólares, por el que a través de un procedimiento de licuefacción de carbones, Suráfrica se asegurará, a partir de 1982, el 30 % de sus necesidades de carburantes.

Estas diferencias entre Bonn y los países africanos conducen a enconamientos cuando lo exportado es material bélico, o tecnología nuclear o de carácter estratégico. Un ejemplo de esto es la utilización por el organismo de energía atómica de Suráfrica de un procedimiento de enriquecimiento del uranio, desarrollado por la empresa estatal alemana Steag. Cuando la noticia se dio a conocer, el Gobierno federal afirma que a partir de este sistema no pueden producirse armas atómicas. Por el contrario, la Organización Atómica Internacional (IAEO) asegura que «por repetición del procedimiento de enriquecimiento» sí puede producirse el material de base para esas armas. Según la revista Newsweek, Suráfrica podrá «producir (con el procedimiento alemán) mucho más material combustible de lo que necesita y que le sobrará suficiente uranio enriquecido como para producir varias docenas de bombas atómicas por año».

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