Marruecos intenta contrarrestar la ofensiva diplomática argelina sobre el Sahara
La decisión adoptada en Libreville por el Consejo de Ministros de la Organización de la Unidad Africana, en el sentido de dejar en manos de la futura «cumbre» de jefes de Estado el examen de la cuestión del Sahara, es considerada en Rabat como una victoria diplomática del Gobierno alauita.
A pesar de que el tema saharaui sigue siendo objeto de estudio de la OUA, los marroquíes se muestran convencidos de que la posición de Argelia y de sus «protegidos», como aquí se califica al Frente Polisario, se encuentra ahora en franca minoría.Para Marruecos, el envío a la capital de Gabón de una delegación encabezada por el ministro de Estado, Abdelhakim Laraki, es la prueba de que Hassan II intenta contrarrestar la ofensiva de los argelinos.
Por su parte, el dirigente del partido nacionalista Istiqlal, Mohamed Buzeta nos señalaba ayer que no puede concebirse una OUA sin Marruecos y que, a pesar de las insolencias de Argel, Rabat y su aliado mauritano cuentan con el apoyo de la mayoría seria de lo africanos.
En Rabat, los funcionarios de Gobierno y los líderes políticos y sindicales rechazan el apelativo de expansionismo al invocar el tema del Sahara y recuerdan que el territorio marroquí sigue todavía amputado de zonas esenciales, como la de Tinduf, unida a Argelia por el colonialismo galo en el curso de las últimas décadas.
