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Italia: el fiscal pide veintiún años para el jefe de las "Brigadas Rojas"

El vicesecretario de la Democracia Cristiana italiana en Pistoya, una ciudad toscana de unos 90.000 habitantes, fue herido en las. piernas, ayer por la mañana, cuando se dirigía al trabajo, por un comando de guerrilleros de extrema izquierda. Mientras tanto, en Milán, el fiscal del proceso contra los miembros de las «Brigadas Rojas» ha pedido una condena de veintiún años de cárcel para Renato Curcio, fundador del grupo ultraizquierdista.

Giancarlo Niccolai es, además, jefe de personal de la fábrica de material ferroviario Breda y concejal del Ayuntamiento. Una octavilla, firmada por la organización «Primera Línea», depositada en una cabina telefónica de Florencia, acusa a Niccolai de «cobrar un sueldo oculto en la Breda, donde tiene el único cometido de controlar y administrar "político -mafiosamente" la contratación del personal», según la citada organización.«Primera Línea», que se propone «desarticular realmente los instrumentos y centros de dominación sobre el proletariado», se atribuyó también, el lunes pasado, la paternidad del atentado cometido contra Giuseppe d'Ambrosio, jefe de sección de la Sit-Siemens de Milán y un incendio de automóviles Fiat en Prato. También reivindicó dos incendios en las fábricas milanesas de la Magneti-Marelli y Siemens, que causaron daños por un valor de más de 50.000 millones de liras, más de 4.000 millones de pesetas.

La nueva organización guerrillera debutó en noviembre pasado con un atentado contra los locales del «grupo de dirigentes de la Fiat», de Turín, autodefiniéndose «como la coalición de varios grupos guerrilleros que hasta entonces habían operado con siglas diversas para tratar de organizar el poder proletario armado». Aunque sigan idéntica táctica, no Coinciden con las «Brigadas Rojas», que el martes pasado se declararon responsables de un atentado contra el decano de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Roma, Remo Cacciafesta. Resultó herido en las piernas por un comando compuesto, al parecer, por tres muchachas.

Proceso de Milán

Se está concluyendo, mientras tanto, en Milán el proceso contra Renato Curcio, el estudiante de Sociología fundador de las «Brigadas», contra el cual el fiscal pidió ayer veintiún años de cárcel, sólo por los delitos de conato de homicidio y tenencia ilícita de armas.Para Angelo Basone, otro «brigadista», pidió el fiscal once años, seis para Nadia Mantovani, otros seis para Vicenzo Guagliardo y cinco para Giuliano Isa, todos ellos militantes de la mencionada organización y acusados también de actos de terrorismo.

El proceso contra los militantes de las «Brigadas Rojas» acaparó, desde que dio comienzo, la atención de los milaneses y de Italia entera.

Excepcionales medidas de seguridad fueron adoptadas por la policía, y el acceso al recinto donde serán juzgados los detenidos fue custodiado por numerosos agentes.

Los acusados consideraron siempre el proceso como una «farsa» y leyeron comunicados en que acusaban a los jueces de realizar una labor en favor del imperialismo y en contra del pueblo revolucionario.

Las «Brigadas» comenzaron secuestrando y asesinando a industriales y jueces que consideraban la «espina dorsal» del sistema, para enfrentarse, a continuación, a tiro limpio, con la fuerza pública y disparar, luego, a las «piernas» contra periodistas, profesores y trabaja dores en general, a los que consideran las «piernas» del sistema.

El ministro del Interior, Francisco Cossiga, comentó el atentado al decano Cacciafesta como un atentado a la libertad de enseñanza y a la Universidad en general, provocado por los terroristas de acuerdo con los estudiantes «autónomos». La prensa de la izquierda sigue hablando de «fuerzas ocultas» reaccionarias que desde la oscuridad manejan los hilos, o como decía ayer el periódico socialista Avanti, de «actos que forman parte de un verdadero plan de guerra».

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