La captura del Earl Ray actualiza la muerte de Martin Luther King
Contra los pronósticos pesimistas de buena parte de la opinión pública norteamericana, James Earl Ray fue capturado en la madrugada del lunes y devuelto, «en buen estado físico, aunque cansado» tras las rejas de la prisión de Brushy Mountain, donde continuará cumpliendo la sentencia de cadena perpetua que pesa sobre él por el asesinato de Martin Luther King.
En sus 55 horas de azarosa libertad, Ray sólo pudo alejarse unos diez kilómetros de la penitenciaría, de la que se escapara el pasado viernes,junto con otros seis reclusos de los que cuatro ya habían sido capturados antes que Ray. Dos perros sabuesos encontraron el rastro del fugitivo en la noche del domingo y después de tres horas de persecución por un terreno embarrado por las fuertes tormentas del fin de semana, llevaron a los policías hasta unos arbustos donde se escondía Ray que, agotado por la huida, se entregó sin resistencia.Con el pelo mojado y las ropas llenas de barro, James Earl Ray, esposado y fuertemente escoltado, volvió en la madrugada del lunes a la prisión de Brushy Mountain, para ser internado inmediatamente en una celda de seguridad, donde permanecerá hasta que se celebre un consejo disciplinario y se le aplique el castigo correspondiente a su intento de evasión. Según fuentes cercanas a la cárcel, Ray perderá su trabajo en la lavandería del penal y tal vez tenga que hacer frente a un juicio por su fallida escapada.Pero aunque la detención del fugitivo haya puesto fin a las numerosas especulaciones que corrían por todo el país en los últimos días y que apuntaban unánimemente al deseo de alguien de «silenciar» al hombre que cumple condena por el asesinato de Luther King, la espectacular fuga ha servido también para que la opinión pública se replantee las extrañas circunstancias que rodearon la muerte del líder negro
El comité del Congreso encargado de investigar los asesinatos de John Kennedy y de Martin Luther King se reunió ayer para discutir la situación creada por la fuga de Ray y para oír a dos miembros del comité que habían viajado a Tennessee para informarse sobre detalles de la escapada. Varios componentes del movimiento pro derechos civiles que fundara Luther King habían manifestado durante el fin de semana su creencia de que existió un complot para asesinar al líder negro y que la huída de Ray estaba relacionada con el mismo.
James Earl Ray tenía antecedentes como delincuente común, pero nada había en su historial que demostrara odio hacia el movimiento de los derechos civiles, los negros o el reverendo King. Por otra parte, el hecho de que se le encontraran varios pasaportes falsos cuando fue detenido en Londres, después de haber estado en Canadá y Portugal, así como una fuerte suma de dinero, reforzó la opinión de que Ray, si fue realmente el ejecutor de los disparos que mataron a Luther King, habría trabajado a sueldo de alguien.
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